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Malos augurios para Europa, uno de los continentes más golpeados por la pandemia de coronavirus. Según McKinsey, hay varios escenarios de recuperación que se pueden producir tras el brote, dependiendo de como sea la propagación del Covid-19 y de las medidas que adopten los gobiernos para contenerlo y para reactivar la economía. Aunque hay algo que tiene claro: si la recuperación es en forma de 'tick', similar al logo de la marca deportiva Nike, la Eurozona no volverá a niveles pre-crisis hasta bien entrado 2023.

Así lo asegura en un informe, en el que detalla cuáles son las posibles formas que puede dibujar la economía en su salida de la crisis. Como explica, si hay un "control rápido y eficaz de la propagación del virus", en el que se produzca una fuerte respuesta sanitaria para controlar el brote "en un plazo de 2 a 3 meses", puede haber dos figuras de recuperación económica.

La mejor sería la recuperación en 'V' (A4), es decir, que la economía vuelva al nivel en el que se encontraba antes de la pandemia tan rápido como ha caído, lo que se lograría, según McKinsey, con lo que ha denominado como "intervenciones altamente efectivas". Se llegaría a este escenario con "respuestas de política enérgicas" que logren evitar los daños estructurales, de forma que la economía volvería a los fundamentales y al impulso anteriores a la crisis con celeridad.

Pero hay otra opción, y no sería tan buena. La de una recuperación en forma de 'U' (A3), en la que a pesar de lograr contener con éxito y rápidamente la epidemia, las medidas adoptadas por los gobiernos fuesen "parcialmente efectivas". En este escenario, señala la firma estadounidense, "las respuestas de política compensan parcialmente el daño económico", por lo que "se evita la crisis bancaria" pero "se atenúan los niveles de recuperación".

Si hay recuperación en 'U', la economía de la Eurozona caería este año un 4,4%, y no volvería a niveles pre-crisis hasta el primer trimestre de 2021. En el caso de EEUU, el Producto Interior Bruto (PIB) se contraería un 2,4% pero retomaría la fortaleza registrada hasta ahora en el cuarto trimestre de 2020, mientras que la economía mundial se dejaría un 1,5% este año, recuperando el pulso al mismo tiempo que Estados Unidos.

Pero, aún así, este escenario es mucho mejor que el de una recuperación en forma de 'tick' (A1), que se produciría si la respuesta sanitaria al virus fuese efectiva, pero incapaz de evitar el resurgir del brote en algunas regiones."La respuesta sanitaria tiene éxito inicialmente, pero las medidas no son suficientes para prevenir la reaparición del virus, por lo que el distanciamiento social continúa (a nivel regional) durante varios meses", destaca McKinsey.

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Eso provocaría lo que la firma denomina una "recuperación silenciosa" y "apagada", con un "crecimiento lento a largo plazo". Este escenario, con un dibujo en forma del logo de Nike, sería de los peores a los que se enfrentaría la economía de la zona euro, pese a que las medidas implementadas para reactivar la actividad fuesen igual de eficaces que en el escenario en 'U'. En este caso, el PIB de la Eurozona podría contraerse hasta un 9,8% este año, y la región no volvería a niveles pre-crisis hasta el tercer trimestre de 2023.

Y también para EEUU y la economía mundial el golpe sería considerable si la salida de la crisis dibuja forma de 'tick'. El PIB estadounidense se contraería un 8,4% este año, y habría que esperar al primer trimestre de 2023 para que volviese a tener el músculo de antes de la crisis del coronavirus. En cuanto a la economía global, perdería un 4,7% en 2020, pero se recuperaría mucho antes, para el tercer trimestre de 2022.

¿QUÉ HABRÁ QUE VIGILAR?

En cualquier caso, dice McKinsey, la forma que adopte la recuperación de esta crisis, que cree que puede ser la peor vivida desde la II Guerra Mundial, dependerá de varios factores que habrá que vigilar al detalle. Se refiere a si hay o no una "integración efectiva de las medidas sanitarias con la actividad económica", como por ejemplo, que los países hagan test rápidos de coronavirus "como requisito previo para volar".

También a "las diferentes características de la enfermedad a lo largo del tiempo", como su capacidad de mutación o de reinfección, así como la "recuperación de la actividad económica en países que estuvieron expuestos en los primeros tiempos de la pandemia". Es decir, que habrá que seguir muy de cerca a China. También sería interesante evaluar la efectividad de las medidas adoptadas tanto por el sector privado como por el público durante la pandemia para "asegurar la reactivación económica".

Una recuperación que, además, será muy diferente dependiendo del sector del que se trate. "Los más duramente golpeados podrían no recuperarse hasta 2021", apunta McKinsey. Para el aeroespacial y de defensa, cree que punto de inflexión llegará entre el tercer y cuarto trimestre de 2021, mientras que las aerolíneas y el turismo podrían lograr la recuperación algo antes, entre el primer y el segundo trimestre del año que viene.

Las aseguradoras lograrán volver a niveles pre-crisis en el último trimestre de 2020, mientras que el sector del petróleo y gas lo hará antes, en el tercer trimestre de este año. La industria automotriz también se recuperará en el tercer trimestre, mientras que el sector de la ropa/moda/lujo podría experimentar cierto rebote ya en el segundo trimestre de este año, aunque lo logrará totalmente en el tercero.

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