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Rodrigo RatoEUROPA PRESS - Archivo

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, actuó con "racionalidad económica", adoptó sus decisiones según análisis de organismos internacionales, y no cometió irregularidades contables mientras estuvo al frente de la entidad, según la Agencia Efe. Así lo asegura el propio banco, que ha aportado un informe pericial elaborado por el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Navarra, Germán López Espinosa.

Dicho documento defiende que, en su momento de salida a Bolsa en 2011, no existían indicios suficientes para prever la "enorme dureza" que iba a alcanzar la crisis de deuda soberana en Europa y que, posteriormente, acabó contagiando al sistema bancario. Esta es la tesis que, de hecho, han empleado de modo recurrente el propio Rodrigo Rato y el resto de acusados para escudarse, pero que cobra especial relevancia ahora al ser constatada al inicio del juicio por otro perito judicial a instancias de la propia Bankia.

El informe apunta a que tampoco cabía esperar los dos decretos "Guindos" del año 2012, pues estos fueron los culpables, debido a las exigencias que imponían a las entidades financieras, de los deterioros al cierre de ese ejercicio, y ante los cuales la dirección de Bankia actuó como cabía esperar, "con racionalidad económica".

LAS DECISIONES SE TOMARON EN FUNCIÓN DE LOS ESCENARIOS MÁS PROBABLES

Las decisiones adoptadas entonces por Bankia, prosigue Espinosa, se tomaron en función de los escenarios que eran más probables que los organismos internacionales habían publicado. El texto pericial, que ha tenido en cuenta la práctica totalidad de los préstamos del Grupo BFA/Bankia (1.464.996 euros), y no tan sólo una muestra, como sucedió con los informes de los peritos aportados por el Banco de España, descarta que en Bankia o en BFA se aplicara de forma irregular la normativa contable.

Asimismo, no existe ningún informe de valoración que realmente demuestre algún déficit en la constitución del SIP de las siete cajas: Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja y las de Ávila y Segovia. De hecho, por lo que respecta al folleto de la salida a Bolsa que presentó Bankia, cuyo contenido ha sido puesto en cuestión por algunas acusaciones, no existe ninguna evidencia de que contuviera errores materiales, deficiencias informativas o cualquier tipo de sesgo.

En la salida a Bolsa de la entidad "existía información precisa sobre su situación financiera y patrimonial, los factores de riesgo, las expectativas existentes en dicho momento y el efecto de posibles escenarios macroeconóómicos adversos", afirma el catedrático.

Entre otras pruebas de lo "impredecible" de las circunstancias de aquel momento, el texto recuerda que en 2012 se esperaba un euríbor a 3 meses del 2,3 %, aunque en los test de estrés realizados por la Autoridad Bancaria Europea con el peor de los escenarios posibles se contempló que fuera del 3,1 %, el indicador se situó en julio de ese año en el 0,50% y concluyó el ejercicio en el 0,19%.

EL GOLPE DE LA CRISIS DE DEUDA SOBERANA

En el último trimestre de 2011 y el primero de 2012 la crisis de la deuda soberana golpeó con fuerza a España, añade, y todo ese contexto afectó directamente "de forma muy negativa a la capacidad de generación de ingresos de Bankia".

Hubo además un fallo imprevisible en el mercado de la financiación mayorista, sin el cual los bancos no funcionan correctamente y dependen del BCE, otra razón por la que no era posible anticipar lo que ocurriría con Bankia tras su salida a Bolsa.

En todo caso, continúa, no hay duda de que la reformulación de cuentas del ejercicio 2011 "era una obligación tanto para el auditor como para los administradores", para tratar de ajustar la pérdida incurrida tras la nueva información conocida en abril y mayo de 2012.

Por otra parte, cabe recordar que el Grupo BFA/Bankia era el líder indiscutible de exposición al sector constructor y promotor inmobiliario, en buena parte debido a la aportación de activos de Bancaja.

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