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En los mercados energéticos europeos sigue reinando el nerviosismo. Los precios del gas natural han reputado ante las perspectivas de un invierno frío, y eso que las reservas en Europa están más altas que nunca por estas fechas. La situación del suministro no ha cambiado, pero las dudas vuelven a inundar la operativa. En Julius Baer creen que los precios bajarán, aunque reconocen que podría haber sorpresas negativas que hagan repuntar los precios en los próximos meses.

"Mantenemos nuestras opiniones bajistas, pero reconocemos que es probable que los precios sigan oscilando de forma salvaje con cualquier nueva noticia de riesgo de suministro que se perciba", dice Norbert Rücker, director de Economía y de Investigación Next Generation del banco suizo.

Este experto incide en que el rebote de los precios que se ha producido en los últimos días ante la llegada del frío invernal al continente "carece de apoyo fundamental". "Los almacenes de gas natural siguen llenos y superan los rangos habituales en esta época del año", remarca Rücker, que además destaca que con la ampliación de la capacidad de las terminales de importación en Países Bajos y Alemania, "Europa puede compensar plenamente los suministros de Rusia sin poner al límite su infraestructura de gas natural licuado (GNL), a diferencia del pasado mes de marzo".

"Y lo que es más importante, el mercado mundial del gas natural ofrece actualmente una abundancia de cargas", apunta el experto de Julius Baer, que incide en que "debido a la debilidad de la economía, al aumento de la producción nacional de gas natural y carbón y a la expansión de la capacidad eléctrica de las energías renovables, es probable que China importe menos gas natural licuado, dejando más cargamentos que se dirijan a Europa".

Eso sin olvidar que la relajación de los suministros y los precios del carbón en Asia y la acelerada reactivación de la energía nuclear sugieren que "Japón también recortará sus importaciones de gas natural en el futuro". Y además hay que tener en cuenta que en los próximos días se espera que varios reactores vuelvan a la red en Francia, lo que "debería frenar aún más el uso del gas natural para la producción de energía".

A juicio del analista del banco suizo, tanto el "amplio almacenamiento" que hay en Europa como los cambios de combustible en el mercado eléctrico "deberían ofrecer un suministro suficiente para los períodos prolongados de frío invernal, e incluso permitir un repunte del uso industrial" en el Viejo Continente.

Por tanto, cree que los temores que han provocado el repunte de los precios son, ahora mismo, infundados. "Los riesgos de suministro energético en Europa y las consecuencias económicas de la crisis siguen siendo exagerados", insiste Rücker en una nota.

"Dicho de otro modo, Europa ha demostrado una resistencia inesperada y ha superado una combinación extrema de 'shocks' mucho mejor de lo que se temía", y de hecho grandes zonas "no han sufrido hasta ahora una crisis de suministro energético que incluya cortes de electricidad" como se temía.

Por eso en Julius Baer mantienen sus opiniones bajistas sobre el precio del gas natural, aunque apuntan que "el nerviosismo reinante sugiere que los precios seguirán oscilando con las previsiones de clima frío u otras noticias de riesgo de suministro percibidas".

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