ep archivo   un pensionista con su cartera en la mano
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La pensión mínima se colocará en los 1.200 euros repartidos en 14 pagas para 2027, según viene recogido en la segunda reforma de las pensiones que el Gobierno, tras el acuerdo con los agentes sociales, ha aprobado este jueves en un Consejo de Ministros reunido con carácter extraordinario.

En la rueda de prensa posterior, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado que con esta reforma supone un "reforzamiento extraordinario" del primer pilar del Estado de Bienestar y que con ella se "culmina la modernización" del sistema de pensiones. "Estamos trasladando un mensaje extraordinariamente potente de que sus pensiones no solamente están garantizadas, sino que, con un marco extraordinariamente robusto de sostenibilidad, lo van a estar de forma indefinida", ha añadido.

En concreto, el texto de la reforma recoge que la pensión mínima contributiva no puede ser inferior a los 14.300 euros al año a partir de 2027. Además, la pensión mínima no contributiva se colocará en 2027 cerca de 8.300 euros anuales o unos 592 euros al mes.

Así, la norma incluye "una senda de subidas de las pensiones más bajas, mínimas y no contributivas que van a robustecer su cuantía de forma notable en los próximos años". En el caso de las pensiones mínimas con cónyuge a cargo, la senda es hacia la convergencia con el 60% de la renta mediana de un hogar con dos adultos en 2027 mientras que las pensiones no contributivas convergerán en ese mismo año con el 75% del umbral de la pobreza de un hogar unipersonal. También habrá incrementos adicionales en el complemento de brecha de género en los años 2024 y 2025.

Según explican desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, con el objetivo de blindar el poder adquisitivo de los pensionistas actuales y futuros, se refuerzan los ingresos de la Seguridad Social con distintas medidas: el incremento de las bases máximas, la creación de una cuota de solidaridad para la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización (será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045) y el fortalecimiento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (pasa del 0,6% al 1,2% en 2029, a un ritmo de una décima de subida por año).

En concreto, entre las medidas para reforzar la suficiencia del sistema público de pensiones, la reforma "garantiza que las pensiones mantengan niveles razonables, tanto en el caso de las contributivas como en las no contributivas, y aseguren permanentemente su poder adquisitivo". La revalorización de todas las pensiones con el IPC "permitirá mantener la tasa de reposición en el 80% actual, lo que no sucedía con la reforma de 2013, que la situaría en el 50%".

PERIODO DE CÓMPUTO

Respecto al reforzamiento del principio de equidad, la nueva norma pone en marcha "un esquema dual del periodo de cómputo para calcular la pensión, que permitirá a cada pensionista elegir el que modelo que más le beneficie". Hasta 2043, los pensionistas podrán elegir entre el modelo actual, que establece el periodo de cómputo en los 25 últimos años, y el nuevo, que se desplegará progresivamente hasta fijar el periodo de cómputo en los 29 últimos años de la vida laboral, pudiendo descartar los dos peores.

Además, la reforma de la base reguladora se completa con una mejora del tratamiento de las lagunas de cotización para las mujeres, de forma que se cubrirán hasta cinco años de vacío de cotización con el 100% de la base mínima, frente a los cuatro actuales. El sexto y el séptimo año sin cotizar se cubrirá con un 80% de la base mínima, frente al 50% actual.

REFUERZO DEL FONDO DE RESERVA

La norma establece el despliegue gradual del Mecanismo de Equidad Intergeneracional para reforzar el fondo de reserva de la Seguridad Social. A partir de 2024, crecerá una décima cada año hasta alcanzar 1,2 puntos porcentuales en 2029. Este mecanismo sustituye al Factor de Sostenibilidad que estableció la reforma de 2013 y que suponía un "importante recorte de la pensión inicial, especialmente de los más jóvenes".

Finalmente, este último bloque de la reforma de pensiones refuerza la sostenibilidad del sistema para abordar el reto demográfico de las próximas décadas para lo que se establecen diversas medidas en el lado de los ingresos. Para ello, "se incrementará la base máxima de cotización, cuyo nivel es bajo en comparación con los países europeos, a la vez que se eleva la pensión máxima".

También se establece una cuota de solidaridad para los salarios más altos, que gravará la masa salarial que queda por encima de la base máxima. Esta medida se desplegará gradualmente, partiendo de una cuota de un 1% en 2025, con un incremento 0,25 puntos porcentuales anuales hasta alcanzar el 6% en 2045 y permaneciendo constante después.

Este incremento de las cotizaciones sociales para reforzar los ingresos "es acotado en el tiempo y mantendrá las cotizaciones por debajo de las de países europeos, con lo que no afectarán al nivel de competitividad de la economía española".

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