• El Gobierno ingresará 600 millones extra al año al equiparar la fiscalidad del gasóleo y la gasolina
un-tribunal-soutient-l-interdiction-du-diesel-a-stuttgart

El Gobierno de Pedro Sánchez aún no ha concretado cómo será el impuesto al diésel anunciado. La idea es equiparar la fiscalidad del gasóleo y la gasolina, algo que se hará de forma gradual, pero no se ha cuantificado cuánto más habrá que pagar por llenar el depósito. El problema es que esa no será la única consecuencia. El bolsillo de los conductores también se verá afectado de otra forma: el valor de los coches, tanto nuevos como usados, ha caído.

No solo la próxima llegada del tributo tiene la culpa, sino también las palabras de la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, que dijo que "el diésel tiene los días contados". Así lo asegura el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, que califica las palabras de la ministra de "imprudentes" y afirma que "el Gobierno ha destrozado el valor patrimonial de los diésel". Según explica, el valor que los coches propulsados con este carburante ha caído en picado en apenas semanas. Y aunque no aporta una cifra concreta, se muestra tajante. "¿Quién va a querer comprar un coche diésel ahora?", se pregunta Arnaldo.

El objetivo del Gobierno es que los impuestos que gravan el gasóleo pasen de los 0,30 euros por litro actuales a los 0,40 euros por litro que soporta la gasolina

Un conductor que quiera vender ahora su diésel de segunda mano tendrá que hacerlo a un precio más bajo que antes, ya que el valor de ese automóvil se ha reducido por la "cruzada" emprendida contra el gasóleo, señala el presidente de AEA. Pero, además, indica que aquel que acabe de comprarse un diésel nuevo se va a encontrar en la misma situación, porque el problema es que no se está diferenciando entre los coches nuevos y usados. "Meten todos en el mismo saco, el de la contaminación, cuando el problema es la antigüedad del parque actual", remarca Arnaldo.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), al cierre de 2017 el parque automovilístico español era de 32.469.292 vehículos, de los cuales 14.030.385 eran gasolina, 18.367.474 diésel y 71.433 propulsados por otros carburantes. La edad media del parque se sitúa, en la actualidad, en los 12 años. "Se mezclan los coches, cuando un diésel por fabricación es ahora mucho más eficiente" porque las exigencias permitidas de emisión han cambiado, remarca Arnaldo.

Un dato que confirman desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). "Hoy en día un vehículo diésel ha reducido en un 55% la emisiones contaminantes (óxidos de nitrógeno) respecto a un vehículo de hace 5 años (2013). Actualmente, los vehículos diésel generan prácticamente las mismas emisiones de NOX que uno gasolina, y muchas menos de CO2", aseguran desde Anfac. Y también el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha incidido en esa idea esta misma semana, al señalar que "hay vehículos diésel que actualmente contaminan menos y cumplen con la legislación europea".

No obstante, el PSOE quiere "disuadir de la utilización del diésel", como ha confirmado la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha asegurado que "no se trata tanto de igualar de un día para otro el precio del diésel al de la gasolina, sino de ir progresivamente recorriendo ese camino".

El problema, afirma Arnaldo, es que con estas declaraciones y estas medidas el Gobierno ha creado "inquietud", y eso ha afectado al precio de los coches. De hecho, la AEA no descarta que los concesionarios se vean obligados a bajar el precio de los diésel para sacar el stock que tienen acumulado. Y es que cada vez se venden menos vehículos de este tipo. Desde la patronal de concesionarios Faconauto dicen que no tienen constancia de que haya ocurrido hasta ahora, aunque reconocen que actualmente todo aquel que quiere comprar un coche de gasolina debe esperar porque hay que pedirlo a fábrica, mientras que hay stock de sobra en el caso de los diésel. Algo a lo que también ha contribuido el escándalo del 'dieselgate', que provocó un cambio de tendencia que ha derivado en la demonización del gasóleo.

Las ventas de turismos no dejan lugar a dudas. Los últimos datos revelan que se ha producido una caída del 26% en el peso que tienen los diésel en las nuevas matriculaciones. Así, mientras que en junio de 2017 las ventas de vehículos diésel representaban un 49,9%, en el mismo mes de este año se han quedado en el 37%. "La caída en las ventas tardará años en notarse en la composición del parque automovilístico, porque hasta este año el diésel dominaba las ventas", resaltan desde Faconauto.

¿EN QUÉ CONSISTE EL NUEVO IMPUESTO?

El Gobierno ha explicado que su objetivo es equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina, de forma que los impuestos que gravan el gasóleo pasen de los 0,30 euros por litro actuales a los 0,40 euros por litro que soporta la gasolina, pero aplicarlo de forma escalonada. Esta medida permitiría al Estado ingresar en sus arcas una recaudación adicional de 2.140 millones de euros si se pasase de golpe de una tributación a otra, pero aplicada de forma escalonada permitirá obtener unos 600 millones de euros al año.

Lo que está claro es que al final la subida la pagarán los consumidores, que tendrán que desembolsar más para llenar su depósito. Eso sí, el Ejecutivo asegura que el aumento del precio no afectará a transportistas y agricultores.

Noticias relacionadas

contador