ep laboral- en espana peligran 5 millones de empleos tras la covid-19 segun mckinsey global
EDU BOTELLA

Los temores sobre la inflación se han ido disipando ligeramente en la mente de los inversores, quienes empiezan a preocuparse ahora sobre el crecimiento económico. Pero "la recesión no está todavía a la vuelta de la esquina, ya que los hogares de Europa y EEUU disfrutan de unos mercados laborales sólidos: los consumidores pueden recurrir a un importante volumen de ahorro y los balances de las empresas están lejos de estar deteriorados".

Así lo señalan Vincent Chaigneau, responsable de análisis de Generali Investments Partners y Thomas Hempell, jefe de Análisis Macro y de Mercado de Generali Investments Partners, que avisan de que "no puede excluirse una recesión técnica en la zona euro, pero haría falta una grave para justificar una ampliación significativa del grado de inversión a partir de ahora".

Añaden que los activos de riesgo mundiales siguen luchando contra el impacto de la guerra de Ucrania, el acelerado endurecimiento de los bancos centrales y los confinamientos de China. La renta variable estadounidense experimentó su mayor serie de descensos semanales desde 2001 hasta mediados de mayo, antes de recuperarse gracias a las esperanzas de estímulo de China y a los sólidos datos de consumo de EEUU hacia finales de mes.

"Sin embargo, se están produciendo cambios significativos en los mercados", dicen. Durante la mayor parte de 2022, los temores a la inflación -alimentados por los altos precios de las materias primas, los cuellos de botella de la oferta y la escasez de mano de obra- han hecho subir los tipos y bajar los activos de riesgo, invirtiendo las correlaciones de mercado dominantes desde mediados de los años 90.

No obstante, la subida de los rendimientos se está topando con mecanismos de autocorrección. Gran parte del aumento de los precios a nivel mundial se debe a cuestiones relacionadas con la oferta que los bancos centrales no pueden controlar. La Reserva Federal de EEUU (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y otros bancos todavía tienen que enseñar los dientes para evitar que las crecientes expectativas de inflación se conviertan en una espiral de precios y salarios y en una tendencia persistente de sobreprecios. Para tranquilizar a los responsables políticos, los swaps de inflación se han aplanado.

"Esto se produce a costa de unas menores perspectivas de crecimiento. Mientras la guerra en Ucrania hace estragos, los elevados precios de la energía y los alimentos frenan la renta real disponible. China ahoga el crecimiento en medio de una desesperada campaña de cero covid y los temores de una desaceleración más severa han pasado a ser una de las principales preocupaciones", afirman.

Destacan que los comercios estadounidenses se tambalean y las expectativas de ventas de las empresas tecnológicas y de medios de comunicación se han reducido drásticamente, lo que demuestra que las perspectivas de márgenes y beneficios se han deteriorado. El Banco de Inglaterra fue el primer gran banco central en mostrar una contracción total de la actividad en 2023 en sus proyecciones de mayo.

Consideran que los mercados ya han descontado muchas malas noticias en su reciente retroceso -tanto en términos de desaceleración mundial como de subidas de los bancos centrales-, mientras que el posicionamiento "parece excesivamente bajista según algunos criterios". Sin embargo, en medio de los continuos riesgos geopolíticos, el pronunciado endurecimiento monetario y la ralentización del crecimiento, "mantenemos una pequeña infraponderación en renta variable y recortamos nuestra exposición high yield a 'neutral'. Esperamos volver a cargar algo más de riesgo a finales del verano, si la Fed empieza a ser menos agresiva, como esperamos".

Por ahora, mantienen su "preferencia por el crédito de alta calificación, ya que la reciente ampliación de los diferenciales se suma al colchón del carry elevado". "Somos partidarios de una postura marginal de corta duración en la renta fija, ya que las perspectivas de los rendimientos se han equilibrado. El euro ha recuperado parte del terreno perdido y podría dirigirse hacia un fuerte rebote a finales de año. A corto plazo, advertimos que no hay que descartar el dólar antes de tiempo, ya que las tensiones en torno a Ucrania y sus consecuencias aún no han llegado a su punto álgido, y la previsión de los mercados de siete subidas de tipos del BCE hasta mediados de 2023 parece demasiado agresiva.", concluyen.

Según los últimos datos de Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, en abril de 2022, la tasa de desempleo desestacionalizada de la zona euro fue del 6,8%, estable en comparación con marzo y por debajo del 8,2% en abril de 2021. Esto supone que el paro de la eurozona se mantiene en mínimos históricos. En cuanto a la inflación, la zona euro ha registrado en mayo el mayor encarecimiento de los precios de toda la serie histórica. Según el dato preliminar publicado por Eurostat, el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha vuelto a subir, hasta alcanzar el 8,1%, frente al 7,4% de abril.

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