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Desplome de la inflación en la zona euro en septiembre. La tasa general cae hasta el 4,3%, desde el 5,2% de agosto, mientras que la tasa subyacente desciende al 4,5% frente al 5,3% del mes anterior, según la estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria.

De esta manera, caído a su nivel más bajo en casi dos años. Además, tanto el Índice de Precios de Consumo (IPC) general como subyacente se han moderado más de lo esperado, ya que se preveía un descenso hasta el 4,5% y 4,8%, respectivamente.

Si se analizan los principales componentes de la inflación de la zona euro, los alimentos, el alcohol y el tabaco registran la tasa anual más alta en septiembre (8,8%, frente al 9,7% en agosto), seguidos de los servicios (4,7%, frente al 5,5%), los bienes industriales no energéticos (4,2%, frente al 4,7%) y la energía (-4,7%, frente al -3,3% de agosto).

Por países, los niveles de precios más altos se registraron en Eslovaquia (8,9%), Croacia (7,3%) y Eslovenia (7,1%). Por el contrario, las tasas más bajas de inflación se encuentran en Países Bajos (-0,3%), Bélgica (0,7%) y Grecia (2,4%).

"La débil demanda y los efectos de base actualmente están impactando favorablemente a la inflación, pero los mayores costes de energía y salarios mantienen vivo el riesgo de que la inflación pueda permanecer por encima del objetivo durante más tiempo del esperado", señalan los analistas de ING.

Destacan que los precios más altos del petróleo son una preocupación para las perspectivas de inflación. "Los precios de la energía no cayeron tanto como se esperaba en los últimos meses y ahora se prevé que vuelvan a contribuir positivamente a la inflación". Esperan que esto impulse principalmente la inflación de la eurozona a principios del próximo año.

"Dado que la demanda actualmente alivia las presiones, esperamos que la inflación continúe con una tendencia gradual a la baja. Pero como la incertidumbre sobre el ritmo de normalización de la inflación persistirá durante algún tiempo, los tipos de interés más altos y prolongados del Banco Central Europeo (BCE) son definitivamente un escenario realista a pesar de la muy prometedora caída de la inflación en septiembre", añaden.

Para los expertos de Pantheon Macroeconomics probablemente este sea el comienzo de una caída acelerada de la inflación de la zona euro, especialmente de los precios subyacentes.

De cara al futuro, creen que los riesgos se inclinan al alza para la inflación energética. "Ahora parece que la energía pronto volverá a convertirse en un impulso neto para la inflación, aunque no en la medida que se produjo durante el shock del año pasado". En alimentación, siguen confiando en que la tendencia bajista continuará. "Prevemos que la inflación de los alimentos, el alcohol y el tabaco caerá al 2,5% a finales del primer trimestre del próximo año".

En general, ven margen para reducciones significativas en las previsiones de inflación básica de la zona euro el próximo año. "Nuestras previsiones preliminares actualizadas apuntan a que la inflación subyacente el próximo año será del 2,2%, tres décimas menos que la anterior, lo que refleja una inflación de los bienes no energéticos inferior a la prevista. Podríamos estar equivocados. Los precios mensuales de los bienes no energéticos son notoriamente volátiles, pero en este momento el pronóstico del BCE de una inflación subyacente del 2,9% para 2024 es un blanco fácil", dicen.

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