• España tardará "varios años" en recuperarse y la tasa de paro no volverá a niveles precrisis hasta 2026
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Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.Felix Hörhager/dpa - Archivo

El Fondo Monetario Interancional (FMI) ha pedido al Gobierno esperar a que la economía se recupere antes de adoptar medidas como la subida del impuesto al diésel o la del IVA. Aunque ve con buenos ojos esta decisión, cree que no es el momento para hacerlo porque perjudicaría a las rentas bajas, aún muy afectadas por la crisis del Covid-19. En su lugar, recomienda al Ejecutivo de Pedro Sánchez optar por facilitar el despido, aprobar el contrato único y la mochila austríaca, entre otras cosas.

Así aparece recogido en su último informe sobre España, en el que estima que el Producto Interior Bruto (PIB) experimente en 2022 un alza del 4,5%, tras crecer un 7,2% en 2021 y desplomarse un 12,8% en 2020. Es más, el organismo sigue manteniendo que la economía española crecerá un 3,4% en 2023, un 2,8% en 2024 y un 1,5% en 2025. Aunque el golpe del coronavirus se dejará sentir, especialmente, en el déficit.

Según el FMI, el déficit público todavía estará situado en el 5,8% en 2022, tras alcanzar el 7,5% en 2021 y el 14,1% en 2020. Posteriormente, en 2023 se reducirá hasta el 4,7% y en 2024 alcanzará el 3,9%, aunque experimentará un repunte en 2025 hasta el 4,4%. "La pandemia ha golpeado en la sociedad y la economía españolas gravemente tras cinco años de crecimiento sólido y rico en empleos. Un gran sector servicios dominado por las pymes, la importancia del turismo y el uso generalizado del empleo temporal hacen a la economía particularmente vulnerable a la crisis sanitaria. Harán falta varios años para que la economía se recupere y los pronósticos están sujetos a graves riesgos a la baja", alertan los técnicos del FMI.

De ahí que el Fondo pida al Gobierno esperar antes de acometer medidas que podrían afectar negativamente y de forma "desproporcionada" a las rentas bajas. "Medidas que tengan un efecto desproporcionado sobre las rentas bajas para elevar la recaudación de IVA o subir los impuestos medioambientales deberían esperar hasta que la recuperación sea firme y venga acompañada de gasto focalizado en proteger a los más vulnerables", señala la institución dirigida por Kristalina Georgieva. En su opinión, es más necesario enfocar las ayudas a colectivos concretos, como por ejemplo elevando la prestación a los parados, y a empresas viables.

En cambio, otras medidas como la subida de IRPF a las rentas altas, sí son bien recibidas por el organismo para 2021. Como explica, las políticas públicas se deben mantener hasta que la recuperación esté bien encaminada para "mitigar el riesgo de una recesión transformándose en estrés para el sector financiero".

Aunque en el informe destacan también las críticas que el FMI lanza contra la subida para 2021 de las nóminas de funcionarios y pensionistas del 0,9%, aprobada recientemente y que supondrá un gasto de más de 3.000 millones de euros el próximo año. "Compromisos para elevar de forma permanente determinados gastos, por ejemplo, a través de los gastos en retribuciones o pensiones, deben ser evitados dado el elevado déficit fiscal estructural y las presiones a largo plazo sobre el gasto en la población más mayor", afirma.

INFLACIÓN, PARO Y DEUDA

En sus previsiones, el FMI habla también de la inflación. Cree que la tasa anual cerrará el año situada en el 0,8% el año que viene, tras registrar una deflación del 0,3% este año. En 2022 escalará hasta el 1,6%. De su lado, la inflación subyacente alcanzará el 0,8% en 2020 y caerá hasta el 0,6% en 2021. Sin embargo, para 2022 repuntará hasta el 1,4%.

Por otro lado, apunta que el paro registrará una evolución menos favorable como consecuencia de la crisis generada por la pandemia. La estimación del FMI es que alcance los niveles de 2019 (14,1%) hasta, por lo menos, en 2026. Este año, el paro escalará hasta el 16,8%, cifra en la que permanecerá sin cambios en 2021.

En 2022 el desempleo comenzará su reducción hasta situarse en el 15,7%, aunque el ritmo de caída se irá ralentizando en los años siguientes. En 2023 se situará en el 14,9%, mientras que en 2024 alcanzará el 14,4% y en 2025, el 14,2%. "La recuperación depende de un fuerte repunte del consumo privado y un incremento sustancial de la inversión pública financiada principalmente por la utilización de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE", ha agregado el organismo con sede en Washington.

De hecho, buena parte de las recomendaciones del FMI apuntan al mercado laboral. En este sentido, pide al Gobierno aprobar el contrato único, con indemnizaciones por despido crecientes, además de la mochila austríaca (funciona como una hucha en la que el trabajador guarda aportaciones de la empresa que se puede llevar si cambia de compañía y que podrá usar en su jubilación y despido).

Reclama, además, medidas para reducir la eventualidad en España, es decir, los contratos temporales, que perjudica a los jóvenes. Su propuesta es asegurar la coordinación del Ingreso Mínimo Vital con las rentas autonómicas, pero aconseja añadir a eso un complemento salarial que ayude a los empleados con salarios bajos.

Y apunta también que las necesidades de financiación derivadas del gasto social para contrarrestar los efectos de la pandemia tendrán un impacto en la deuda pública. Si en 2019 cerró en el 95,5% del PIB, este año alcanzará el 123%. La reducción para 2021 y 2022 será poco pronunciada, registrando un ratio del 121,3% y del 120,4%, respectivamente.

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