• El euro remonta el declive y asalta los máximos semanales justo debajo de los 1,24 dólares
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El rebote de las bolsas, especialmente la remontada de los índices de Wall Street, que se ha prolongado este martes, ha ofrecido cierto sosiego a los operadores, pero no el suficiente como para abandonar por completo los valores refugio como el yen. La divisa nipona ha proseguido con el rally iniciado a la calor del desplome en el mercado de valores de la semana pasada, hasta un máximo de 15 meses contra el dólar. Y ha disparado las alarmas en el Gobierno de Shinzo Abe, que ve peligrar la recuperación económica del país del sol naciente.

Durante todas las sesiones precedentes en las que la aversión al riesgo ha dominado a los participantes del mercado, el yen ha surgido como claro ganador, avanzando al ‘billete verde’. La divisa japonesa ha protagonizado un rally este mes de febrero de un 3,5% ante su rival de EEUU, hasta el hito en los 106,84 yenes alcanzado este miércoles. No obstante, horas después se ha dado la vuelta hacia los 107,50 yenes. “La ruptura del importante soporte en los 107,25 yenes sugiere que la debilidad del dólar ha vuelto a acaparar protagonismo y ha estrangulado las posiciones cortas en el yen, lo que apunta a que el momentum bajista en el dólar/yen no ha acabado”, indican analistas de Danske Bank.

“En el contexto actual de mercado, cualquier indicio que ofrezca un mayor soporte para el yen es celebrado con compras”

En su cruce contra el euro, la moneda nipona también se ha fortalecido y, con un auge de más de 4% en poco más de 10 días, este miércoles se cambia de manos alrededor de los 132,50 yenes, muy cerca del máximo de casi dos meses alcanzado la semana pasada en los 132,00 yenes. Los expertos se cuestionan acerca de los catalizadores que han impulsado a la divisa de Japón en su último envite contra sus rivales europea y de EEUU. “No hay motivos realmente nuevos”, apuntan desde la firma Daiwa Securities. “En el contexto actual de mercado, cualquier indicio que ofrezca un mayor soporte para el yen es celebrado con compras”, explican.

“La incertidumbre que planea sobre la confirmación en el cargo del gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, también ha impulsado a la moneda, ya que es vista como falta de apoyo por parte del Gobierno de Abe hacia la política del banco central”, señala Boris Schlossberg, cofundador de BK Asset Management. Este factor, además de las caídas en el Nikkei, que ha acabado la sesión de nuevo en el rojo y se ha dejado un 0,43%, han impulsado a la moneda japonesa.

Kuroda es el principal arquitecto de la política reflacionaria de Japón y es ampliamente respetado por los participantes del mercado. “Y aunque el mercado descuenta entre un 80% y 90% de posibilidades de que sea nombrado de nuevo en el cargo, cualquier duda o cambio de opinión por parte del primer ministro de Japón seguramente causará mayores sobresaltos en el dólar/yen”, añade Schlossberg.

ABE, ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Subraya el analista que “Abe está jugando un juego muy peligroso, ya que el Gobierno se encuentra con un nada deseado fortalecimiento del yen que podría afectar a las ganancias de las empresas exportadoras, vitales para la economía del país”. De hecho, el portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshihide Suga, ha advertido la pasada madrugada sobre la “importancia extrema” de la estabilidad del tipo de cambio, lo que indica la preocupación que suscita las recientes ganancias del yen, que podría enfriar la recuperación económica.

Suga ha añadido que el Gobierno vigila al yen con “sentimiento de urgencia”, informa 'Reuters'. De hecho, los movimientos especulativos del yen han sido comentados por otros altos políticos del país del sol naciente, dejando claro que el auge de la moneda se aproxima a niveles que encienden las alertas rojas entre los supervisores monetarios. Además, el auge de la moneda ha coincidido con la publicación de los datos del PIB de Japón del cuarto trimestre, que ha dado muestras de ralentización de la economía. Aún así, el país ha crecido durante ocho trimestres seguidos, el período más largo de expansión registrado en los últimos 28 años.

“Si los flujos de aversión al riesgo aceleran el movimiento, el yen podría caer rápidamente hacia los de 106,00 yenes contra el dólar y la mayoría de los exportadores japoneses que apuestan porque el yen fluctúe cerca de los 110,00 unidades en su cambio contra el billete verde, verán sus márgenes reducidos”, señala Schlossberg.

EL DÓLAR, PRESIONADO POR LOS DATOS DE INFLACIÓN

En el radar de los inversores está también este miércoles la publicación de los datos del IPC de EEUU y se impone la cautela en el dólar. Buena muestra de ello es que el euro ha logrado alcanzar máximos de una semana, justo por debajo de los 1,24 dólares.

No obstante, aunque muchos actores del mercado permanecen optimistas sobre el euro a largo plazo, la moneda carece de nuevos catalizadores para obtener mayores ganancias en medio de los vientos en contra que soplan desde el plano político. Por un lado, están las incertidumbres que suscitan las elecciones de Italia a principios de marzo. Por otro, los devaneos del SPD y la canciller alemana Angela Merkel para acabar cerrando la gran coalición en Alemania.

Desde el punto de vista del análisis técnico, "el euro/dólar presenta una importante resistencia a la vuelta de la esquina, la zona de los 1,26, la parte superior del canal bajista de largo plazo", indica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. Explica que el "objetivo de subida para el euro prácticamente alcanzado y la 'moneda única' podría tomarse un descanso y frenar la escalada iniciada a principios de 2017", inidica el experto.

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