• Según Reuters, varios miembros del BCE están preocupados por la fortaleza del euro
  • El supervisor monetario no tomará ninguna decisión sobre la reducción de sus estímulos en la reunión del 6 y 7 de septiembre
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La cautela domina el ánimo de los inversores en este arranque del mes de septiembre, después de que la volatilidad haya alcanzado altas cotas en el mercado de las divisas este convulso agosto. El dólar no ha recibido el ímpetu esperado tras la publicación de los datos de empleo de EEUU, que han dejado evidentes muestras de ralentización en agosto, lo que aleja la tercera subida de tipos de la Reserva Federal de EEUU (FED) de este 2017. El euro, por su parte, no lo está pasando mejor y sigue padeciendo los efectos de las informaciones publicadas por 'Reuters' acerca de las preocupaciones de varios miembros del Banco Central Europeo (BCE) sobre la fortaleza de la divisa comunitaria.

El euro/dólar se mantiene alrededor de los 1,19 dólares, con un mínimo intradía en los 1,8850 dólares y un máximo en los 1,1970 después del informe del mercado laboral, aunque lejos de los máximos de 31 meses alcanzados el 29 de agosto en los 1,2070 dólares, mientras los operadores digieren el "feo" comportamiento del empleo en el octavo mes del año, señala Naeem Aslam, analista de ThinkMarkets. Según se ha publicado este viernes, EEUU generó 156.000 puestos de trabajo netos no agrícolas, por debajo de los 180.000 esperados. Asimismo, el paro repunta una décima hasta el 4,4%.

Si los miembros del Comité Abierto de Política Monetaria de la Fed, el FOMC por sus siglas en inglés, "ya comenzaban a cuestionar la necesidad de otra subida de tasas este año -y el ritmo posterior-, los datos de esta semana no habrán hecho que se sientan más cómodos", comenta por su parte Craig Erlam, analista de Oanda. "Cabe destacar que los datos por sí mismos no son malos, pero insuficientes para un banco central que está jugándolo todo a la carta del empleo para seguir normalizando su política, ante la debilidad de la inflación", añade Erlam.

Contra otros cruces, el dólar lucha por mantener los 110,00 yenes y cae desde el máximo de dos semanas de la sesión del jueves. El índice del dólar, que mide su desempeño ante seis divisas rivales, va camino de cerrar la semana con pérdidas, aunque se mantiene alrededor de los 92,700 puntos, lejos del mínimo de dos años y medio del 29 de agosto en los 91,621 puntos.

LA ATENCIÓN VIRA HACIA EL BCE

Al otro lado del Atlántico, la noticia que apunta a que el supervisor monetario no moverá ficha en su reunión del 6 y 7 de septiembre publicada por 'Reuters', todavía está muy presente entre los inversores y no ha permitido que el euro supere de nuevo los 1,2000 dólares. La agencia de noticias cita tres fuentes cercanas al BCE para afirmar que el banco central no anunciará en su cónclave de septiembre el calendario de reducción de sus estímulos que expiran en diciembre de 2017. De hecho, según estas informaciones, las conversaciones al respecto apenas han empezado.

El BCE tendría que posponer ‘sin die’ el debate sobre la retirada de los estímulos para dañar seriamente el ‘momentum’ alcista de la moneda europea, señalan desde Danske Bank

“Este será el tema central del mercado de las divisas la próxima semana, pero creemos que las caídas del euro serán breves y cortas, ya que la moneda comunitaria se encuentra bien apuntalada por la marcha de la economía”, señalan expertos de Danske Bank. De hecho, la inflación en la Eurozona se ha disparado hasta el 1,5% en el mes de agosto y el desempleo ha continuado en mínimos de ocho años, en el 9,1%.

En este contexto, los analistas de la entidad Danesa creen que el BCE tendría que posponer ‘sin die’ el debate sobre la retirada de los estímulos para dañar seriamente el ‘momentum’ alcista de la moneda europea. “Esto no pasará en ningún caso”, puntualizan, de hecho, la mayoría de expertos consultados opinan que, si no es en septiembre, el presidente del banco central, Mario Draghi, no tendrá otro remedio que anunciar su “plan de salida” en octubre. “El euro presenta ahora oportunidades de compras en los retrocesos”, insisten desde Danske Bank.

De hecho, desde ActivTrades afirman que la tendencia del euro/dólar es marcadamente alcista. "El euro inició la semana marcando nuevos máximos, el martes se acercó por momentos a la barrera de los 1,21 dólares y acabó cerrando la sesión en 1,1891, dejando en gráfico diario una vela de implicaciones bajistas conocida en el análisis de velas japonesas como martillo invertido", explica David Pina, analista colaborador del bróker.

"El miércoles continuó cayendo hasta que encontró soporte en 1,1870 dólares, pero la tendencia del euro-dólar es claramente alcista en gráfico diario", señala. "El retroceso de los últimos días no ha provocado la ruptura de los primeros niveles de soporte. Si cae por debajo de los 1,1870 dólares podría continuar cayendo hasta el soporte semanal de largo plazo ubicado en los 1,1750 dólares, por esta zona también pasa la línea de directriz alcista", prevé Pina.

¿Y EN EL LARGO PLAZO?

Más allá de la agenda macroeconómica, el ex presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha asegurado que el auténtico problema del banco central no es la fortaleza del euro, sino la debilidad del dólar. El objetivo del BCE es aumentar la inflación subyacente, pero una moneda fuerte dificulta este objetivo. Según el ex presidente del BCE, el banco central se encuentra en una posición difícil dado que el núcleo del problema proviene de Estados Unidos.

"Hay muchos factores (para la fortaleza del euro); la economía real en Europa está repuntando ahora de manera muy visible", reconoció Trichet al referirse a la apreciación de la moneda única. Sin embargo, el que fuera máximo responsable del BCE añadió que los problemas que están afectando al dólar tienen mucho que ver en esa fortaleza del euro. "Dicho esto, creo que las dificultades de los Estados Unidos, y particularmente la vacilación en lo que se debe hacer respecto a las inversiones, a los impuestos... y así sucesivamente, además de las dificultades de la presente administración, están jugando también un papel importante. Porque el problema es más que el dólar está débil frente a todas las monedas que que el euro esté muy fuerte frente al resto de divisas", dijo Trichet en declaraciones hechas desde el Forum Ambrosetti, en Italia.

De hecho, para Hussein Sayed, estratega de FXTM, "en el largo plazo, será el techo de la deuda, ls reformas tributarias del presidente de los EEUU, Donald Trump, y el devenir de los tipos de interés lo que marcará la dirección del dólar en lo que queda de año", indica el experto.

En este sentido, S&P Global ya ha advertido que un fracaso en aumentar el límite de deuda sería más catastrófico que el colapso de Lehman Brothers y condenaría la economía de EEUU a la recesión. “Esto podría ser poco exagerado teniendo en cuenta las experiencias pasadas”, comenta el analista del bróker, pero “no elevar el techo de la deuda sin duda tendrá un impacto negativo en la economía”, redondea.

Por otra parte, Trump ha pronunciado su muy esperado discurso sobre las reformas tributarias. Sin embargo, no ha ofrecido más detalles que su disposición a reducir los impuestos corporativos en un 20%. Muchos economistas creen que reducir la tasa impositiva corporativa del 35% al ​​15% es un plan poco realista y no pasará por el Congreso. “Si el Presidente no cumple con las reducciones de impuestos y su primer año en la Presidencia termina sin logros legislativos significativos, el dólar se mantendrá bajo presión”, vaticina Sayed.

Por último, está la cuestión de si la Reserva Federal de los EEUU (Fed) aumentará o no los tipos por tercera vez este 2017. “Por ahora, los futuros del banco central indican que hay un 33% de posibilidades de una subida en diciembre, lo que todavía es muy poco”, concluye Michael Hewson.

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