mark carney boe

Como era más que previsible, el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha mantenido los tipos sin cambios, en el 0,75%, en su última decisión de política monetaria antes de que se cumpla la fecha del Brexit. Asimismo, el organismo dirigido por Mark Carney ha avisado de que el proceso de divorcio y "la incertidumbre" que genera forzará a que el banco central prolongue los tipos bajos.

El Comité de Política Monetaria del instituto emisor ha tomado la decisión por unanimidad, como también preveía el mercado y las compras de activos seguirán siendo de 43.500 millones de libras mensuales.

En las actas de la reunión del banco central, el organismo cree que el Reino Unido evitará caer en recesión este año, pero advierte que el Brexit y las preocupaciones comerciales pesan sobre la economía. Asimismo, avisa el BoE que un divorcio sin acuerdo afectará a la economía. Según el documento, estiman que una salida caótica "conduciría a un crecimiento más débil, una inflación más alta y una mayor depreciación de la libra".

Sin embargo, el Banco enfatizó que las tasas de interés podrían subir o bajar si el Reino Unido abandonara la Unión Europea sin un acuerdo. Las actas de la reunión del banco en septiembre reflejaron que los responsables de la formulación de políticas tendrían que equilibrar el aumento de las tasas de interés para controlar la inflación en lugar de reducirlas para apoyar el crecimiento.

Por otra parte, la economía del Reino Unido se contrajo un 0.2% en los tres meses hasta junio. El Banco espera que la economía se expanda un 0.2% en el tercer trimestre de este año. Si bien esto es más débil que el crecimiento del 0,3% previsto el mes pasado, significa que se espera que el Reino Unido evite una recesión técnica, definida como dos trimestres consecutivos de declive económico.

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