ep el ministro britanico para el brexit stephen barclay interviene durante los desayunos
El ministro británico para el Brexit, Stephen BarclayEduardo Parra - Europa Press

El ministro británico para el Brexit, Stephen Barclay, ha pedido "flexibilidad" y "creatividad" a la Unión Europea (UE) para poder concretar un acuerdo de salida antes de la fecha limite del 31 de octubre, para lo cual ha planteado la posibilidad de eliminar la salvaguarda contemplada para la frontera irlandesa y aplazar el debate sobre esta cuestión a la fase de transición, que con los plazos actuales concluiría en diciembre de 2020.

Barclay, que ha participado en un desayuno informativo de Europa Press, ha acudido a Madrid con el "claro" mensaje de que Londres "quiere que haya acuerdo". En este sentido, aunque ha admitido que "queda poco tiempo", ha considerado que estos poco más de 40 días son "suficientes" si las dos partes muestran voluntad.

Para ello, ha pedido a la parte europea que tenga en cuenta "la realidad política en Reino Unido" y que el Acuerdo de Retirada negociado en su día por el Gobierno de Theresa May ya ha sido rechazado en tres ocasiones por la Cámara de los Comunes. Barclay ha insistido en que es necesario que la salvaguarda con la que se quiere evitar una frontera dura en la isla de Irlanda tiene que "desaparecer".

ha pedido a la parte europea que tenga en cuenta "la realidad política en Reino Unido"

El ministro ha criticado el 'backstop' -como se conoce a este plan de emergencia en la jerga comunitaria- por ser una medida "permanente", al no incluir una potencial fecha de eliminación en caso de que Londres y Bruselas lleguen al término de la fase de transición sin haber concretado ningún plan para evitar su aplicación.

El Gobierno británico ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es favorable a la permanencia de Reino Unido en la unión aduanera y el mercado único y, por boca de Barclays, ha lamentado el estancamiento actual de las negociaciones. Por este motivo, ha ofrecido a la UE retirar el 'backstop' de los textos actuales, entendiendo que "no es necesaria" a corto plazo.

"¿Por qué arriesgarnos materializándolo antes del 31 de octubre cuando podemos trabajar juntos sobre este tema hasta diciembre de 2020?", ha planteado Barclays, bajo una premisa que en principio ha sido rechazada por los negociadores europeos por considerar que, sin esa garantía, existe la posibilidad de que haya una 'frontera dura' al término de la fase de transición.

ESPAÑA ACUSARÍA UN BREXIT DURO

Barclay, ha advertido de que la economía española acusaría el impacto de un Brexit duro, y ha expresado sus dudas de que las pequeñas y medianas empresas españolas estén preparadas para este escenario. "Si no hay un acuerdo con la UE, la economía española acusaría el impacto", ha advertido Barclay en su intervención en Los Desayunos Informativos de Europa Press.

Barclay ha manifestado que el deseo del Gobierno británico es que haya un acuerdo para una salida amistosa de la UE antes del 31 de octubre, pero hay que ser conscientes de que es posible que dicho acuerdo no se materialice. "La Comisión Europea asegura estar totalmente preparada ante esta eventualidad, pero no todas las medianas y pequeñas empresas de Europa lo están. Dudo que las pymes españolas estén preparadas para un no acuerdo", ha incidido.

En este sentido, ha señalado que los retrasos de dos días que se registrarían en el Canal de la Mancha, pueden afectar de forma muy negativa a las exportaciones de productos hortofrutícolas españoles a Reino Unido, caso de pepinos y lechugas. "Los retrasos en el Puerto de Calais también se sentirán en Irlanda y en los negocios españoles. Puede producir estragos en la economía", ha advertido. El 7,2% de las exportaciones españolas (unos 19.000 millones) tienen como destino Reino Unido, mientras que el 4% de las importaciones españolas (unos 11.400 millones) proceden de este país, según datos de la CEOE.

El 7,2% de las exportaciones españolas tienen como destino Reino Unido, mientras que el 4% de las importaciones proceden de este país

Barclay ha recordado que Reino Unido ha publicado el régimen arancelario temporal, de hasta doce meses, que se aplicaría a las importaciones comunitarias en el caso de que se produjera una salida no amistosa de la UE. En este escenario, se exigiría el pago de arancel al 13% de los productos que se introducen en el país, quedando el restante 87% exento del pago del impuesto. Entre los productos incluidos en ese 13%, según el Gobierno británico, estarían la carne de vaca, de cordero, de cerdo, de aves de corral, los plátanos, el azúcar de caña, algunos tipos de pescado, los vehículos terminados, cerámicas, fertilizantes, bioetanol, etc. De este modo, algunos productos españoles se verían afectados.

"El primer ministro Boris Johnson está muy a favor de las empresas, pero tenemos que proteger a nuestros productores nacionales. También los productores británicos van a tener que pagar aranceles, lo que es un impuesto para nuestros consumidores", ha afirmado Barclay.

LA FRAGMENTACIÓN AFECTARÍA A LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS

"Queremos ser abiertos y trabajar con las empresas españolas. Damos mucho valor a sus inversiones y al conocimiento que aportan", ha subrayado Barclay, si bien ha reconocido que en el supuesto de que no hubiera un acuerdo, la fragmentación empresarial podría afectar a las empresas, entre ellas las españolas. "Necesitamos un acuerdo para dar claridad y certeza a las empresas, porque va también en el interés de los consumidores", ha indicado.

En el ámbito de los servicios financieros, considera que es "de interés mutuo" tener un hub financiero en Europa, y ha señalado que la gestión de activos en Reino Unido moviliza en torno a 7,3 billones de dólares -la mitad correspondería a capital británico y la otra a europeo y estadounidense-, mientras que solo China gestiona en torno a 25 billones de dólares. "Tenemos que llegar a un acuerdo. Tener acceso al capital al interés más barato beneficia a todos", ha remarcado.

Preguntado sobre cómo puede afectar un Brexit sin acuerdo a IAG, compañía que engloba a aerolíneas como British Airways, Iberia o Vueling, ha señalado que esta circunstancia dificultaría su operativa, dado que al operar en múltiples jurisdicciones, tendría que afrontar una mayor complejidad sobre los datos que maneja. "Empresas como IAG no quieren incertidumbres sobre un no acuerdo", ha concluido.

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