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El crecimiento económico del sector privado la zona euro en su conjunto perdió ímpetu en agosto después del repunte frente a la desaceleración provocada por la crisis del Covid-19. La atenuación en general de la expansión se debió exclusivamente a la debilidad en el sector servicios, puesto que el crecimiento de la producción del sector manufacturero se aceleró, como se detalla en el índice PMI publicado este viernes.

En concreto, el Índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la eurozona, elaborado por la consultora Markit, registró 51,6 en agosto, en descenso frente a su lectura de julio de 54,9, señalando una ralentización del ritmo de crecimiento de la actividad total. Hay que recordar que en julio se había observado la primera expansión de la actividad total en cinco meses gracias a un repunte tras el brote de la COVID-19 y los trastornos causados por los confinamientos en toda la zona euro.

Los dos grandes sectores estudiados revelaron tendencias divergentes en agosto. Las empresas de servicios registraron niveles de actividad empresarial prácticamente iguales a los de julio. Por otra parte, la producción manufacturera aumentó intensamente y su ritmo de crecimiento se aceleró hasta el más rápido desde abril de 2018.

Las carteras de nuevos pedidos aumentaron por segundo mes consecutivo, aunque al igual que en el caso de la actividad total, el ritmo de crecimiento se desaceleró a mediados del segundo trimestre. El crecimiento de los nuevos pedidos en total fue debilitado por una caída de los nuevos pedidos para exportaciones, que a su vez fueron afectados por un intenso declive de los nuevos pedidos procedentes del extranjero en el sector servicios, puesto que volvieron a imponerse restricciones de viaje en algunos países al registrarse aumentos en los casos de la COVID-19.

Un intenso aumento de los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero por segundo mes consecutivo contribuyó a generar una estabilización de los niveles de pedidos por completar en este sector, poniendo fin a una secuencia de veintitrés meses de erosión de los pedidos pendientes. En su conjunto, las carteras de pedidos por realizar siguieron contrayéndose, ya que las empresas de servicios indicaron una reducción más intensa que en julio.

Como la demanda subyacente siguió siendo débil y la confianza empresarial respecto de la actividad futura se atenuó frente al mes anterior, las empresas de la zona euro continuaron reduciendo sus niveles de personal. El empleo disminuyó por sexto mes consecutivo, aunque el ritmo de recorte de las plantillas se siguió desacelerando frente al récord de la encuesta, registrado en abril. Se observaron reducciones de las plantillas en los dos sectores estudiados, pero en el sector manufacturero se continuó recortando el empleo con especial rapidez.

Los costes aumentaron por tercer mes consecutivo en agosto. La tasa de inflación fue la más marcada desde el comienzo de la crisis de la COVID-19, aunque siguió siendo relativamente débil. El aumento de los precios pagados se centró en el sector servicios, mientras que los precios de compra del sector manufacturero se mantuvieron prácticamente sin cambios tras más de un año de caída de los precios.

Las empresas siguieron reduciendo sus precios de venta, extendiendo la secuencia actual de caída a seis meses. No obstante, la última reducción de los precios cobrados fue solo ligera y la más leve de la actual secuencia bajista de los precios cobrados. Las tarifas se redujeron en los dos sectores estudiados debido a la debilidad generalizada del poder de fijación de precios causada por el entorno de escasa demanda.

En el análisis por países, el crecimiento en Alemania siguió siendo sólido y solo registró una ralentización modesta frente a julio. Las persistentes mejoras en la demanda ayudaron a fomentar un aumento en la confianza empresarial, que alcanzó su máxima de los dos últimos años. Sin embargo, las firmas siguieron recortando sus plantillas. Por otra parte, el crecimiento en Francia sufrió una pérdida de impulso tras una intensa recuperación en el mes anterior. Se registraron aumentos modestos de la actividad total y los nuevos pedidos, mientras que los nuevos pedidos para exportaciones disminuyeron. La tasa de recorte de empleo se aceleró ligeramente.

Mientras que las dos economías principales de la zona euro se mantuvieron en territorio de crecimiento en agosto, en el resto de la región la actividad total se redujo. No obstante, la contracción fue solo marginal. Los nuevos pedidos también disminuyeron ligeramente, mientras que las empresas recortaron el empleo a un ritmo sólido, que se mantuvo igual al observado en el mes anterior.

Desde Markit señalan que "el repunte económico de la zona euro perdió impulso en agosto, evidenciando la debilidad inherente de la demanda, causada por la pandemia de la COVID-19. La recuperación se vio perjudicada por el aumento de los casos del virus en varias partes de la zona euro, y las renovadas restricciones afectaron especialmente al sector servicios. Los fabricantes siguieron indicando aumentos marcados de la producción y los nuevos pedidos".

Añaden que las empresas "siguen mostrando cautela a la hora de tomar decisiones de empleo, optando nuevamente por reducir las plantillas en agosto debido a una falta de confianza en la robustez de la recuperación. La zona euro se encuentra en una encrucijada, puesto que el crecimiento económico puede volver a acelerarse en los próximos meses o puede decaer tras el rebote inicial al relajarse los confinamientos. El rumbo probablemente dependerá en gran medida del grado de éxito de la contención de la COVID-19 y de si las empresas y sus clientes pueden desarrollar la confianza necesaria para fomentar el crecimiento".

Por su parte, desde Oxford Economics confían "en que el tercer trimestre verá un fuerte repunte del crecimiento", pero con el aumento de los casos de Covid-19 en la eurozona, "es probable que la renovación de las restricciones de viaje y el restablecimiento de las medidas regionales de contención se queden aquí. Como resultado, la actividad en el sector de servicios que parece haberse estancado en agosto hace que las perspectivas para el cuarto trimestre sean bastante moderadas".

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