• La compañía presidida por Lloyd C. Blankfein enfatiza su apuesta por la tecnología blockchain y sus potencialidades en el futuro
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La eterna pregunta. Todo lo eterna que puede ser en un mercado que se ha vuelto ‘mainstream’ en los últimos meses. ¿Tienen valor real las criptodivisas? Y, si lo tienen, ¿cómo se pude calcular? La respuesta a estas dos cuestiones fundamentales marca la diferencia, para los analistas de Goldman Sachs, entre lo que se podría considerar “una burbuja en pleno estallido o una disrupción tecnológica tan transformadora que su auténtico valor no se ha visto aún reflejado en su precio de mercado”.

La parábola perfecta que han trazado los precios del bitcoin y del resto de monedas de cifrado en prácticamente tres meses está en boca de todos. Muchas voces siembran la alarma y aseguran que, con una corrección del 70% en el precio de la reina de las divisas virtuales y una mordida de medio billón de dólares en la capitalización de mercado de los más de 1.500 tokens y monedas existentes, el pinchazo está en proceso. Otros analistas, especialmente los chartistas, avisan que estamos ante una “sana y necesaria” corrección de los precios.

La división se mantiene entre los incondicionales de las monedas de cifrado, que miran más allá de la montaña rusa de los precios y quienes advierten que las ‘criptos’ tal y como las conocemos no son más que pura especulación

La división, en definitiva, se mantiene entre los incondicionales de las monedas de cifrado, que miran más allá de la montaña rusa de los precios y quienes advierten que las ‘criptos’ tal y como las conocemos no son más que pura especulación. “Las criptodivisas son extremadamente volátiles, y algo que puede multiplicar su valor por 10 en seis meses, puede fácilmente caer un 50% en una semana, pero es muy difícil para mí creer que estamos en una burbuja”, señala Dan Morehead, fundador y CEO de Pantera Capital.

El operador en divisas criptográficas, asegura que “la capacidad de transformación del mundo que conocemos de estos activos es suficientemente importante como para robarle una parte del pastel a los bancos, compañías de pagos con tarjetas de crédito, divisas y oro, lo que implica que su valor justo está muy por encima de los recientes picos”, señala el experto de la firma de inversión en monedas virtuales.

CRIPTODIVISAS PRIMITIVAS

Los analistas de Goldman Sachs, en cambio, aseguran que son “mucho más escépticos” ya que el bitcoin y el resto de activos de cifrado “son capaces de resolver problemas económicos sólo en contados casos”, explican en un amplio informe sobre la naturaleza de este joven y voluble mercado. Insisten en las “características de burbuja de este tipo de inversión y en los obstáculos que presentan para los inversores tradicionales”. Por último, Steve Strongin, jefe de investigaciones de la firma de inversión de Wall Street vaticina que “la generación actual de monedas criptográficas no tiene posibilidades de supervivencia en el futuro, aunque la tecnología blockchain perdure”.

Compara Strongin la cadena de bloques con Internet en sus orígenes y explica que, al igual que los buscadores han evolucionado desde finales de los años 90, es muy probable que las monedas digitales sigan la misma suerte. La equiparación no es gratuita, los gurús de la blockchain definen esta plataforma como “el nuevo Internet”, pero no niegan que falta mucho trabajo para asegurar la velocidad, fiabilidad y transparencia de las transacciones que son los rasgos distintivos, junto a la descentralización de este paradigma.

El bitcoin y el resto de tokens y monedas actuales son “los primeros experimentos modernos de la tecnología blockchain”, insiste Strongin, para quien “son todavía demasiado primitivos para serla respuesta a largo plazo”. Por lo tanto, vaticina que “una nueva generación de ‘criptos’ emergerá en el futuro, pero sólo el tiempo dirá cuándo y en qué forma”.

La generación actual de monedas criptográficas no tiene posibilidades de supervivencia en el futuro, aunque la tecnología blockchain perdure

¿ES O NO ES UNA BURBUJA?

También opina el jefe de investigaciones de Goldman Sachs sobre la cuestión inicial del valor justo de estos activos que, “al igual que las monedas fiduciarias, no tienen valor intrínseco real, pero eso no significa que la gente no trate a las ‘criptos’ como si lo tuvieran, y a veces por períodos sostenidos de tiempo”. Una clara señal que han endurecido su postura sobre estas inversiones.

En enero, la compañía presidida por Lloyd C. Blankfein pasaba de su anterior estado de “vigilancia” a lanzar una dura advertencia contra el tremendo auge experimentado por el bitcoin o el ethereum. En otra nota anterior, los analistas Sharmin Mossavar-Rahmani y Brett Nelson expresaban que ya “no hay duda" de que el ascenso astronómico de la criptomoneda durante el año pasado "la ha empujado al territorio de la burbuja".

En el informe actual, los también analistas Charlie Himmelberg y James Weldon abundan en esta idea y, sólo para empezar recuerdan que en su libro ‘Exuberancia irracional’, Robert Shiller ofrece una definición de lo que es una ‘burbuja’: "Una situación en la que el incremento de los precios estimula el entusiasmo del inversor que se expande entre individuos siguiendo un patrón de contagio psicológico. Un proceso que amplifica historias que podrían justificar el aumento de los precios y atrae a un número cada vez mayor de inversores que, a pesar de las dudas sobre el valor real de la inversión, se sienten atraídos en parte a través por la envidia que despiertan los éxitos de los demás y en parte por la emoción del juego".

“Si bien no existe una taxonomía definitiva para las burbujas, la definición de Shiller es tan buena como cualquiera”, escriben. “Y si uno está buscando ejemplos recientes de acción del precio y comportamiento del inversor que se ajustan a este perfil, es difícil imaginar un mejor ejemplo que el bitcoin y el universo más amplio de ‘altcoins’”, afirman.

“¿Acción del precio que estimula entusiasmo de los inversores? Lo cumple. ¿Contagio psicológico? Lo cumple¿Dudas sobre su valor fundamental? Lo cumple. ¿Envidia de los éxitos ajenos y la emoción del juego? Cumplido y cumplido”, agregan.

Hacen especial hincapié en que además del “aumento exponencial de los precios y el auge del volumen de comercio, había desde el otoño pasado signos reveladores de contagio social”. Una nueva clase de inversor inexperto, millennial y con un perfil de usuario avanzado de Internet inundaba los buscadores, especialmente Google y se creaban ‘trending topics’ en Twitter. Y las acciones de compañías que cambiaban sus nombres para incluir los vocablos ‘cryptos’ o ‘bitcoin’ se duplican o triplicaba.

Al igual que las monedas fiduciarias, no tienen valor intrínseco real, pero eso no significa que la gente no trate a las ‘criptos’ como si lo tuvieran

Por supuesto, “el hecho de que las ‘criptos’ encajen en todos los puntos de la lista de Shiller no invalida la tecnología subyacente”, puntualizan Himmelberg y Weldon. Y tiran de la ya manida comparativa con las ‘puntocom’. A pesar de que la mayoría de empresas de Internet de finales de los 90 ya no existan no invalida el hecho de que Internet estuviera destinado a la grandeza, escriben.

“El entusiasmo de los inversores por las nuevas tecnologías a veces alimenta un burbuja. Esto no significa que las tecnologías no pueden tener valor, pero cabe resaltar la brecha que se da a menudo entre el valor de una idea y la capacidad de los inversores para capturar ese valor”, redondean.

Así, desde Goldman Sachs dejan una última conclusión que no es otra que reafirmarse en la idea que ya expresaron en la primavera de 2017: “El bitcoin enfrenta demasiados desafíos para su adopción generalizada, pero la tecnología distribuida que lo apuntala, al igual que a otras ‘altcoins’ es una innovación prometedora”.

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