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El crecimiento económico del sector manufacturero de la zona euro alcanzó nuevos máximos en junio por cuarto mes consecutivo. La producción aumenta fuertemente y el crecimiento del empleo registra récord. Los precios suben a su tasa más alta mientras las restricciones por el lado de la oferta persisten.

Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI del sector manufacturero de la zona euro, publicado este jueves y elaborado por la consultora Markit, subió desde 63,1 registrado en mayo hasta 63,4 en junio y se situó por encima de su lectura flash precedente. El índice PMI ha registrado lecturas por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por duodécimo mes consecutivo en junio.

Una vez más, los tres grupos de mercado estudiados registraron notables mejoras en las condiciones operativas. En línea con las tendencias recientes, los productores de bienes de capital registraron el mayor crecimiento, seguidos de los de bienes intermedios, que registraron su mejor lectura del índice PMI en la historia del estudio. Los productores de bienes de consumo continuaron rezagados, aunque el crecimiento de su subsector fue todavía el más pronunciado desde junio de 2000.

Los Países Bajos continuaron liderando en términos de cifras absolutas del índice PMI, aunque en línea con varios otros países, señalaron una ligera caída en su índice general desde su lectura récord registrada en mayo pasado. Austria fue el segundo país con el mejor resultado y su respectivo índice PMI estableció un récord para el país en junio. En el resto de la zona euro, Alemania experimentó un fortalecimiento marginal de su índice PMI, mientras que España y Grecia (a pesar de seguir siendo el país con el peor resultado en general), registraron tasas de crecimiento que alcanzaron sus respectivas máximas de varios años.

El crecimiento en general de la producción del sector manufacturero de la zona euro se mantuvo elevado en junio, subiendo ligeramente desde mayo pasado hasta un nivel cercano a los récords del estudio registrados a principios de año. La producción siguió aumentando a ritmos especialmente fuertes tanto en Alemania como en los Países Bajos.

El fuerte crecimiento de la producción volvió a estar estrechamente vinculado a la evolución positiva de la demanda, y los nuevos pedidos experimentaron en junio el tercer aumento más rápido jamás registrado. El crecimiento sigue siendo generalizado, y los nuevos pedidos para exportaciones aumentaron de nuevo intensamente durante el mes.

Los fabricantes tuvieron dificultades a la hora de cumplir con las mayores ventas en junio, tal y como lo demuestra un aumento casi récord en la serie de los pedidos pendientes de realización. De hecho, las limitaciones por el lado de la oferta volvieron a imponer algunas restricciones a la producción, ya que la fuerte demanda mundial siguió afectando bastante a los proveedores. Los plazos medios de entrega se deterioraron al segundo grado más fuerte en la historia del estudio en junio (solo superado en mayo pasado).

Destacando la fortaleza de la demanda de insumos, la actividad de compra entre los fabricantes de la zona euro aumentó a un ritmo sin precedentes en junio, aunque las empresas aún tuvieron que echar mano a sus inventarios existentes y en consecuencia los stocks de insumos volvieron a disminuir. Los fabricantes también optaron por satisfacer las ventas directamente de los stocks de almacén para satisfacer la demanda siempre que les fue posible: los últimos datos señalaron que los stocks de productos terminados se erosionaron al ritmo más fuerte desde agosto de 2009.

La combinación de una oferta limitada y una fuerte demanda de insumos causó otro aumento récord del estudio de los precios de los insumos. Gracias a la fuerte demanda del mercado de productos manufacturados, las empresas también pudieron aumentar sus tarifas a un grado sin precedentes.

El aumento de la producción junto a la exigencia generada por los crecientes niveles de nuevos pedidos, más las presiones de la capacidad, alentó a las empresas a contratar más personal. Los últimos datos mostraron que el empleo en general aumentó a la tasa más fuerte registrada por el estudio hasta la fecha. Austria y los Países Bajos llevaron la delantera en términos de creación de empleo.

Por último, la confianza sobre la producción futura aumentó en junio y alcanzó un nivel cercano al récord de la encuesta de abril pasado. Los fabricantes siguen siendo optimistas de que la reapertura continua de las economías a medida que retroceden los efectos negativos de la pandemia impulsará la producción y las ventas durante los próximos doce meses.

En Markit señalan que "el sector manufacturero de la zona euro continuó creciendo a un ritmo jamás observado en los casi 24 años de la historia del estudio en junio, ya que la demanda aumentó gracias a las nuevas relajaciones de las medidas de contención contra la COVID-19 y el programa de vacunación impulsó un renovado optimismo sobre el futuro".

No obstante, señalan que "la gran velocidad del reciente aumento de la demanda generó un mercado de vendedores, ya que las restricciones de la capacidad y del transporte limitan la disponibilidad de insumos para las fábricas, lo que a su vez conllevó a una subida de los precios industriales a un ritmo jamás antes observado en la historia del estudio. Los fabricantes están claramente dispuestos a pagar más para garantizar un suministro suficiente de insumos clave".

Creen que "es alentador observar que hay varios indicadores del estudio que respaldan la esperanza de que el alza actual de los precios resultará ser transitoria. Los problemas generalizados, como la congestión de los puertos y la falta de contenedores, deberían desaparecer pronto a medida que pase el repunte inicial de la pandemia. Del mismo modo, en los últimos meses se ha observado una acumulación de stocks de seguridad debido a que las empresas buscan protegerse contra posibles interrupciones futuras de las cadenas de suministro, lo que ha exacerbado el desequilibrio entre la oferta y la demanda a corto plazo. Una vez que se hayan acumulado suficientes existencias, este efecto también debería desaparecer".

Por último, añaden que también han observado "la expansión de la capacidad a través de un crecimiento récord del empleo y un mayor gasto de capital en equipos y maquinaria industrial. Dicha expansión debería aumentar la producción en sectores que actualmente tienen dificultades para satisfacer la demanda y, por lo tanto, eliminar parte de la presión al alza de los precios de estos productos".

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