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El Banco Central de Rusia ha interrumpido las operaciones de compra de divisas internacionales este lunes, en respuesta a la creciente volatilidad observada en el mercado, donde las acciones de la bolsa de Moscú, los bonos y el rublo caen con fuerza ante el euro y el dólar como consecuencia de la creciente tensión sobre Ucrania.

En un comunicado, la institución dirigida por Elvira Nabiullina ha explicado que la decisión, implementada a partir de las 15.00 horas de Moscú, las 13.00 horas de Madrid, se ha tomado "con el fin de aumentar la previsibilidad de las acciones de las autoridades monetarias y reducir la volatilidad de los mercados financieros".

"El Banco de Rusia monitorea la situación en el mercado financiero y tiene suficientes herramientas para prevenir amenazas a la estabilidad financiera", ha apostillado.

En los mercados de divisas, la cotización del euro y el dólar frente al rublo se fortalece un 1,98% y un 2,39% respectivamente frente a la moneda rusa, que cae un 2%. De este modo, la cotización del euro se ha revalorizado hasta los 89,765 rublos, su cambio más alto desde junio de 2021, mientras que un dólar ha pasado a equivaler a 79,40 rublos, el peor cruce de la moneda rusa desde finales de septiembre de 2020.

Por su parte, el índice bursátil Moex de Moscú ha caído más de un 5,5%, lo que eleva sus pérdidas en lo que va de año a casi un 15%, tras la retirada parcial de sus embajadas en Ucrania por parte de EEUU y Reino Unido, y la noticia de que la OTAN está reuniendo a fuerzas militares de los países aliados del este de Europa.

Además, EEUU y la UE han amenazado con imponer mayores restricciones en respuesta a cualquier ataque, que podrían incluir medidas para excluir a los bancos rusos del sistema financiero mundial y restricciones a las exportaciones de petróleo y gas que proporcionan la mitad de los ingresos presupuestarios del Kremlin.

Esto ha provocado que la deuda pública rusa también se haya desplomado, llevando los rendimientos a su nivel más alto en seis años, ya que la posibilidad de que se impongan sanciones occidentales llevó a los inversores a deshacerse de los activos rusos. La deuda rusa representa más del 7% de un índice de JPMorgan de bonos de mercados emergentes en moneda local, lo que significa que muchos grandes inversores se ven obligados a mantener los bonos o se arriesgan a obtener un rendimiento inferior al de su índice de referencia. Esto dejaría a muchos potenciales vendedores forzados de bonos rusos en el caso de que las nuevas sanciones resultaran en su expulsión de los índices.

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