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El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha votado mantener los tipos de interés en un 0,75%. Esta decisión estaba ampliamente descontada por el mercado. El Comité de Política Monetaria del instituto emisor ha dado la sorpresa, ya que no ha tomado la decisión por unanimidad: dos de sus miembros han votado a favor de un recorte de tipos este mes. Como también preveía el mercado, las compras de activos seguirán siendo de 43.500 millones de libras mensuales.

Así, Michael Saunders y Jonathan Haskel han diferido del resto de sus compañeros y se han mostrado a favor de un recorte de tasas. Los otros siete han optado por mantener los tipos en us valor actual. Han sido los primeros miembros del organismo que dirige la entidad en votar a favor de una rebaja de las tasas desde el último recorte del BoE, en agosto de 2016, justo después de la decisión del referéndum de Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE).

Saunders y Haskel han explicado su cambio de postura a causa de la reducción de las vacantes de empleo, lo que sugiere un cambio en el mercado laboral y por los riesgos a la baja en la economía mundial y el Brexit. Los demás miembros, en cambio, han señalado que la economía de Reino Unido no había tenido un rendimiento muy diferente de lo que esperaban hace tres meses, pero mostraron una mayor predisposición a la reducción de tasas si las cosas se deterioraban.

"Si el crecimiento global no se estabiliza o si las incertidumbres del Brexit se mantuvieran arraigadas, la política monetaria podría necesitar reforzar la recuperación esperada en el crecimiento y la inflación del PIB del Reino Unido", dijeron en un resumen de su discusión política. También suavizaron el lenguaje sobre la necesidad a medio plazo de aumentos limitados y graduales de las tasas de interés, diciendo que "podrían ser" en lugar de "serían" necesarios si el crecimiento global mejorara y se levantara la incertidumbre del Brexit.

El Banco de Inglaterra en su conjunto pintó una imagen más oscura para la economía de Reino Unido en los próximos tres años, prediciendo que crecerá un 1% menos durante el período de lo que había pronosticado en agosto. Apuntan a una economía global más débil y al fortalecimiento de la libra esterlina, ya que el riesgo de un Brexit sin acuerdo ha disminuido. Pero en su pronóstico también se recoge la política interna, incluido el acuerdo de Johnson sobre el Brexit.

El Banco de Inglaterra ahora asume que el país alcanzará un acuerdo comercial al estilo de Canadá con la UE que evita los aranceles sobre los bienes pero conduce a nuevos controles aduaneros y pone barreras a las exportaciones de servicios financieros y legales.

Sobre la inflación, el pronóstico es ahora que caerá al 1,2% (actualmente es del 1,7%) a mediados del año próximo debido a los precios más bajos del petróleo y los límites regulatorios en las facturas de electricidad y agua.

Pero en los próximos dos años, el escenario central del Banco de Inglaterra todavía ve un aumento del crecimiento del 1,4% este año al 2,0% en 2022. La tasa de crecimiento de 2022 está por encima de la tendencia a largo plazo del país y empujaría la inflación por encima del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra.

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