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El mercado espera más bien poco, por no decir nada, de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de abril. Después de la batería de anuncios del mes pasado, los analistas coinciden en que su presidente, Mario Draghi, no estará en disposición de ofrecer más detalles hasta el cónclave de junio. Ni sobre las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO) ni sobre incrementos (o recortes) del precio del dinero, y tampoco se prevé que se aborde la discusión del hipotético escalonamiento de la tasa de depósito para mitigar el efecto de los tipos negativos en la banca de la Eurozona.

En las últimas semanas, los inversores han especulado sobre la posibilidad de que el regulador monetario implemente este sistema, después de que Draghi dejara caer que el banco central estaba evaluando cómo amortiguar el impacto de su política monetaria sobre los bancos, durante su conferencia del 27 de marzo. Pero informaciones de 'Bloomberg' apuntan a que esta propuesta no ha calado en el Consejo de Gobierno del organismo, ya que no tiene prisa alguna por revisar este asunto y está lejos de introducir el mencionado sistema escalonado en las tasas de interés.

Así las cosas, el consenso de los analistas es que cualquier conversación en torno a este asunto es "prematura" y, por este motivo, firmas como Oxford Economics, TD Securities o Rabobank no creen "que se implemente en un futuro próximo". De los tres, el banco de inversión canadiense es el más pesimista en sus interpretaciones y alerta de que una iniciativa de este tipo "significa una prolongación de al orientación a futuro del BCE". Los analistas de UBS difieren ligeramente y creen que este es un debate vivo en el seno de la entidad, pero por ahora sus deliberaciones se limitan a "tantear" el terreno. "Es poco probable que Draghi dé algún detalle", subrayan

En caso de que se implementaran los niveles en las tasas de depósito, "su impacto en el mercado dependerá de su diseño", agregan los analistas de TD Securities y sugieren un formato en el que "los tipos de los mercados monetarios no se despeguen demasiado de los de depósito, a la vez que se disminuye el efecto de las tasas negativas".

SIN PISTAS SOBRE EL TLTRO NI LOS TIPOS

Sobre las otras muchas incógnitas que suscitó la reunión del mes de marzo, cuando el BCE superó las expectativas del mercado al anunciar, no sólo una tercera ronda de sus 'Targeted longer-term refinancing operations' (TLTROs), sino también al aplazar los incrementos de los tipos hasta 2020, nadie apuesta porque el banquero central dé la más mínima pista. Pero todos llaman a estar muy atentos a las "indirectas". La reunión del mes de junio se perfila como más óptima para que se ofrezca una explicación técnica sobre las refinanciaciones, ya que "se contará con más datos macro y se tendrá mayor claridad sobre el desenlace del Brexit", explican desde Oxford Economics.

Los recientes datos de las economías de la Eurozona han dejado resultados mixtos, con alguna brizna de esperanza, pero con una perspectiva sombría, especialmente en Alemania. Por lo tanto, la firma de análisis británica apuesta porque el BCE compre tiempo hasta mediados de año. "La apuesta del regulador es que la macro se vuelva positiva", aseguran por su parte los expertos de BofA Merrill Lynch, "pero se preparan para lo peor en caso de que siga debilitándose".

Con la demanda externa aún tambaleándose, la eurozona sigue dependiendo de la demanda interna. La mejora en los PMI de servicios sugiere que el motor doméstico del crecimiento sigue siendo resistente, "pero seguimos preocupados por los efectos secundarios negativos del sector externo", añaden. En este sentido, los analistas de Rabobank avisan de que la guerra comercial entre EEUU y la Unión Europea (UE) que se fragua tras la imposición de aranceles por valor de 11.000 millones de dólares, como represalia por las ayudas a Airbus, puede tener consecuencias devastadoras que afecten al sector de la automoción.

Este factor puede añadir más presión a un BCE que, pese al hachazo del mes pasado a sus previsiones sobre crecimiento e inflación, mantuvo en su discurso que "los riesgos siguen inclinados a la baja" en las economías del euro. Por todos estos motivos, las firmas consultadas no descartan más aplazamientos de las subidas de tipos.

Rabobank indica que "el primer incremento de las tasas de depósito se pospondrá hasta junio de 2021". UBS aún espera que llegue tan pronto como en marzo de 2020 (de -0,4% a -0,2%), seguido de dos subidas más el año que viene, junio y diciembre, para estrenar 2021 en terreno positivo, concretamente el el 0,25%. No obstante, el banco de inversión suizo alerta de que "el riesgo de un retraso es cada vez mayor".

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