• Los inversores europeos también empiezan a estar preocupados por las elecciones en Italian, señala Danske Bank
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El euro siguió prolongando su caída a finales de la semana pasada por debajo de la barrera de los 1,1600 dólares, afectado por la resaca tras el inesperado mensaje del Banco Central Europeo (BCE) destinado, precisamente, a mantener la moneda al raya. Este lunes se mantiene deprimido alrededor de este nivel, por un cóctel de acontecimientos a uno y otro lados del atlántico y “el riesgo bajista aumenta en el corto plazo”, alertan expertos de Danske Bank.

Vuelven las amenazas que alejaron a los inversores de la divisa europea durante los primeros meses del año, indican los analistas de la entidad danesa: divergencia en los bancos centrales de uno y otro lados del Atlántico, alimentada por la perspectiva de un nuevo presidente de la Fed más agresivo y prima de riesgo político. “Las elecciones italianas volverán a acaparar protagonismo y, además, está el asunto de la crisis española con la tensión que se mantiene en Cataluña”, avisan desde el banco de inversión danés. Y añaden que “los ‘trumponomics’ también vuelven a escena, gracias a que la reforma tributaria del presiente estadounidense, Donald Trump, va despejando el camino en el Congreso.

La balanza vuelve a decantarse del lado del dólar: optimismo alrededor de los 'trumponomics' y de la Fed

Aunque mantienen sus previsiones, por ahora, a uno y tres meses vista, avisan de que hay posibilidades de que el euro no logre remontar desde los niveles actuales, ya que la pasada semana fue la peor para la ‘moneda única’ en lo que va de año. Es más, desde un punto de vista técnico, el euro ha confirmado un 'cabeza y hombros' con proyección mínima teórica en los 1,13-1,1350 dólares (la altura de la cabeza).

No obstante, según la analista de Gain Capital, Kathleen Brooks, los mercados, incluido el de las divisas han recibido con optimismo las noticias que llegan desde Cataluña, “en gran parte en respuesta a la transferencia pacífica de poder a Madrid por parte de las autoridades catalanas durante el fin de semana”.

“Hasta ahora, las calles también parecen estar libres de protestas violentas, lo que sugiere que la perspectiva de que las elecciones en diciembre ha aliviado las mentes de inversionistas y secesionistas por el momento”, explica la analista. “Los mercados están a favor de una España unida”, redondea la experta. El euro sube hasta los 1,1640 dólares.

MEJORA DE LA ECONOMÍA EN EEUU

Además de estos factores, los datos económicos publicados el viernes mostraron que la economía de EE. UU. creció a una tasa anual de 3% en el tercer trimestre, más rápido que el 2,5% previsto por el mercado. "Las fuertes cifras del PIB del tercer trimestre han ayudado al dólar", señala Mitul Kotecha, jefe de estrategia macro de Asia para Barclays en Singapur.

Para este experto, este dato devuelve la atención a la Fed, pero no tanto hacia diciembre, ya que ”el mercado ya tiene descontado en gran medida el aumento de tipos”, sino que “la pregunta clave es cuánto van a a incrementarse los tipos el año que viene, hecho que podría impulsar al dólar aún más en el corto plazo si se empieza a apuntar a un mayor aumento de las tasas”.

LA LIBRA, PRESIONADA A LA BAJA

La atención esta semana también pasa por la libra, con un aumento de tipos por parte del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), descontado por el mercado, la perspectiva de un alza moderada, que no tendrá continuidad en el futuro próximo mantiene a la moneda bajo presión.

En realidad, no se habla aquí de un cambio de política monetaria, señalan los expertos, como el que sí se han emprendido en EEUU, sino que el primer aumento de tasas en una década responde sólo a revertir las medidas tomadas tras la votación sobre el Brexit y no realmente a un giro del banco central. Por este motivo, los analistas avisan que, aunque el comportamiento habitual de las divisas tras un aumento de los tipos es de apreciarse, en esta ocasión podría no ser así.

La libra se mantiene este lunes alrededor de los 1,3150 dólares, después de haber caído el pasado viernes a mínimos de tres semanas contra el dólar, en los 1,3070 dólares.

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