- La aportación de la demanda tanto interior como exterior ha sido esencial en el desarrollo de la economía alemana durante 2017
- El aumento del empleo y la renta nacional empujó al crecimiento especialmente durante el último trimestre
La economía alemana continuó con su fuerte desarrollo para cerrar el año 2017. Como ya habían indicado los datos preliminares de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el Producto Interior Bruto (PIB) creció de octubre a diciembre un 0,6% en comparación con el anterior trimestre y un 2,3% en la tasa interanual.
La economía alemana comenzó 2017 con un crecimiento del 0,9% en los tres primeros meses, continuó con un 0,6% de abril a junio, un 0,7% el tercer trimestre, y de nuevo un 0,6% para cerrar el año. Los resultados provisionales por lo tanto fueron correctos.
El crecimiento de este último trimestre se debió principalmente al aumento de la demanda extranjera con las exportaciones aumentando un 2,7% y las importaciones creciendo un 2%. La demanda interior proporcionó diferentes señales como el estancamiento de la demanda privada respecto al anterior trimestre, y un ligero aumento del 0,5% del consumo público. Por su parte la formación bruta de capital en maquinaria se elevó un 0,7%, mientras que el saldo de inmovilizado en construcción bajó un 0,4% en la tasa intertrimestral.
El crecimiento interanual sin embargo fue apoyado por tanto la demanda nacional como extranjera, con un resultado del 2,3% a cierre de ejercicio y con un aumento de una décima sobre la tasa interanual de finales de septiembre y de 1,2 puntos sobre la del segundo trimestre. El avance sin embargo no se dio con respecto al inicio de año, cuando la economía alemana registró un crecimiento del 3,4%.
EL NÚMERO DE EMPLEOS REGISTRA UNA SUBIDA DEL 1,5%
El último trimestre de 2017 finalizó con una cifra de empleados de 44,7 millones de personas, un aumento de 642.000 personas y del 1,5% con respecto al año anterior. Asimismo, la productividad por trabajador aumentó un 0,8% según cálculos de la propia oficina.
Con un mercado laboral más apretado, la renta nacional aumentó un 4,5%, con una subida del 4,3% de los salarios y un del 5,1% los ingresos de propiedad y empresariales. La renta disponible de las economías domésticas creció además un 3,2%.
