regulación prohibición criptomonedas
Alberto Sánchez
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Pese a algunos críticos, los analistas y expertos han acogido con optimismo el acuerdo alcanzado recientemente por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo sobre el proyecto de regulación de los Mercados de Criptoactivos (MiCA por sus siglas en inglés), seis meses antes del plazo previsto. "Ha supuesto todo un hito", comenta Sam Theodore, analista senior de Scope Ratings. Se espera que MiCA entre en vigor hacia finales de 2023 y su objetivo es establecer normas para los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP por sus siglas en inglés) a nivel de la Unión Europea (UE), sustituyendo así cualquier marco nacional existente.

"Es el tipo de marco regulador apropiado que necesita el mercado de las criptomonedas", afirma el experto y aduce que en lugar de ser restrictivo y dificultar la innovación y el crecimiento, exige un alto grado de divulgación y transparencia tanto para los criptoactivos como para sus proveedores de servicios, incluso para las stablecoins. Desde luego, "no trata de frenar la innovación", alaba, sino todo lo contrario, ya que, "al establecer normas comunes para los 27 Estados miembros, pretende crear un mercado único de criptomonedas que ofrezca a las entidades participantes amplitud y solidez para sus huellas digitales, así como fiabilidad normativa transfronteriza".

En este sentido MiCA pretende establecer un reflejo de la normativa existente para los productos e instituciones financieras tradicionales, analiza Theodore, de modo que la evolución del mercado de las criptomonedas no altere ni afecte a los mercados financieros, que son mucho más amplios.

Asímismo, el experto opina que la plicación de la MiCA debería ser positiva para el sector bancario europeo por varias razones. En primer lugar, "regula el mercado de las criptomonedas, proporciona más transparencia a las actividades vinculadas a las criptomonedas de algunos bancos más importantes, como la custodia, las inversiones a través de filiales o incluso las operaciones", elabora.

En segundo lugar, si el CASP es una entidad de crédito ya autorizada en la UE, "no necesitará una licencia aparte", destaca Theodore. "Esto será una ventaja, especialmente para los bancos con presencia transfronteriza, que podrán realizar actividades relacionadas con las criptomonedas mediante este pasaporte".

En tercer lugar, a diferencia de la situación en EEUU, "la exigencia de que los CASP constituyan entidades jurídicas debería ser un obstáculo importante para el crecimiento europeo de la financiación descentralizada (DeFi), en la que la emisión se realiza a través de organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) sin emisor identificable", comenta el experto de Scope Ratings. Dicho esto, si la DeFi adquiere relevancia en todo el mundo, es posible que, en un futuro, la regulación de la UE se adapte a ella.

Eso sí, como ocurre con otras innovaciones del ámbito digital, el experto señala que "los ganadores del nuevo ecosistema serán los bancos que dispongan de la tecnología más avanzada" y de los recursos necesarios para ser competitivos. Por muy segura que sea la actual estructura normativa en Europa para los bancos, no debe interpretarse como una salvaguarda para el largo plazo. Como estamos viendo con la MiCA, "los reguladores deben ser inteligentes y, con el tiempo, pueden ponerse al día con el cambio y la innovación, y no frenarla con tal de ayudar a las entidades tradicionales que tardan en adaptarse".

Pese a todo lo anterior, algunas voces en contra señalan los posibles límites anunciados en la emisión de las monedas estables ('stablecoins') como un impedimento innecesario, pero la preocupación de los responsables políticos es preservar la soberanía monetaria y la protección del consumidor. Tras el fracaso de Terra/Luna, aumenta el interés también en Estados Unidos por regular, de algún modo, este mercado, dice el experto de Scope Ratings. Sin embargo, allí el enfoque es algo distinto al de Europa. Mientras que la UE no parece inclinada a aceptar todas las 'stablecoins' privadas como parte del sistema financiero y bancario oficial, la ley estadounidense 'Stablecoin' TRUST de 2022, si se aprueba, sí lo permitiría si el emisor se adhiere a ciertas normas y condiciones.

Según algunos analistas, esto podría cuestionar la necesidad de establecer un dólar digital. Por el contrario, el BCE y la Comisión Eurpea parecen estar cada vez más comprometidos con un euro digital, una moneda digital fiduciaria no instrumentalizada por las 'stablecoins' privadas.

Esta última es también la opinión del Banco de Pagos Internacionales (BPI). En su Informe Económico Anual recientemente publicado, una sección sobre el futuro sistema monetario destaca su convicción de que seguirá basándose en el dinero del banco central, principalmente a través de las monedas digitales del banco central (Central Bank Digital Coins o CBDC, por sus siglas en inglés). El informe advierte que "los defectos estructurales hacen que el universo criptográfico sea inadecuado como base de un sistema monetario: carece de un punto de anclaje nominal estable, mientras que los límites de su escalabilidad dan lugar a la segmentación".

"Para tratar de preservar el privilegiado estatus de moneda de reserva del dólar, EEUU tendrá que avanzar más rápido y con más decisión en el mundo de las CBDC, especialmente porque China le lleva la delantera", advierte Theodore. Esto puede ensombrecer las perspectivas de que las stablecoins sean algún día algo más que un canal de pago marginal, incluso en EEUU.

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