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Barry Sibert, CEO de DCG.Doc Searls (Flickr)

El prestamista de criptomonedas Genesis se ha acogido finalmente al Capítulo 11 de protección por bancarrota a última hora de la noche de este jueves en el tribunal federal del Manhattan. Se convierte así en la última víctima del contagio al sector causado por el colapso de la bolsa de 'criptos' FTX y causa un golpe demoledor al conglomerado Digital Currency Group (DCG), de la que es filial.

Se presentaron tres peticiones separadas de las sociedades en cartera de Genesis. La empresa ha calculado más de 100.000 acreedores en una 'mega' declaración de quiebra, con pasivos agregados que oscilan entre 1.200 y 11.000 millones de dólares, según los documentos de la quiebra.

En su declaración, Genesis afirma que espera que el proceso de reestructuración deje dinero para pagar a los acreedores no garantizados, un grupo que puede ser eliminado en caso de quiebra si la situación es extremadamente grave.

Poco después de que FTX se hundiera en noviembre, Genesis se vio obligada a suspender las retiradas de fondos de sus clientes. El prestamista había estado luchando para lograr financiación o llegar a un acuerdo con los acreedores. Junto con la empresa matriz, DCG, ha estado sometida a una presión cada vez mayor para hacer frente a 900 millones de dólares de depósitos bloqueados.

"Esperamos avanzar en nuestro diálogo con DCG y los asesores de nuestros acreedores mientras buscamos implementar un camino para maximizar el valor y proporcionar la mejor oportunidad para que nuestro negocio emerja bien posicionado para el futuro", ha declarado el CEO interino de Genesis, Derar Islim, en un comunicado.

Entre los acreedores de la compañía, hay importantes nombres del espacio de las criptomonedas. Por ejemplo, Genesis debe Gemini Trust Company (ambas se asociaron en el producto Gemini Earn) 766 millones de dólares, aunque Gemini, que ha amenazado con demandar al CEO de DCG, eleva esta cifra a 900 millones de dólares; a la firma de trading Cumberland DRW, 18,7 millones de dólares; al criptofondo Mirana (inversor en ByBit), 151,5 millones de dólares; a MoonAlpha Finance (el equipo detrás de Babel Finance) le debe 150 millones de dólares, mientras que la deuda con VanEck's New Finance Income Fund asciende a 53 millones de dólares. Asimismo,el documento muestra que a un acreedor desconocido se le deben 462,2 millones de dólares y a otro, 230 millones.

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