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El bitcoin (BTC) ya no está de moda… entre los criminales. Esa es la principal conclusión que se extrae de un informe publicado por la empresa de análisis de la blockchain TRM Labs, que ha indicado el desplome de los precios de las criptomonedas desde 2021 "no tuvo un impacto significativo" en la magnitud los delitos relacionados con las criptomonedas en 2022.

"De hecho, los datos de TRM revelan que, al menos 7.800 millones de dólares estafados en esquemas Ponzi o piramidales, 1.500 millones de dólares en mercados de la 'darknet' especializados en drogas ilegales y 3.700 millones de dólares robados a través de 'hacks' y 'exploits'", explican desde la compañía.

De igual modo, TRM Labs también identificó múltiples grupos pro-ISIS en Pakistán y Tayikistán que recaudan "decenas de miles de dólares en criptodivisas" para "difundir propaganda y reclutar combatientes". "En el transcurso de 2022, TRM Labs ha observado un aumento significativo en el uso de la blockchain Tron entre los grupos terroristas y las campañas de recaudación de fondos asociadas, con algunos utilizándola exclusivamente. La inmensa mayoría de esos actores recaudaron donaciones en la stablecoin Tether (USDT)", apuntan.

Entre las entidades de financiación del terrorismo rastreadas por TRM Labs en 2022, se produjo un aumento interanual del 240% en el uso de Tether, frente a un aumento de apenas el 78% en el uso de bitcoin.

Para ocultar su rastro, los criptodelincuentes recurrieron cada vez más al llamado salto de cadena, que consiste en mover dinero de una cadena de bloques a otra para que sea más difícil rastrear los fondos desde el exterior. En consecuencia, si en 2016 dos tercios del volumen de hackeo de criptomonedas correspondían a la red Bitcoin, en 2022, representan algo menos del 3%. Ethereum (68%) y Binance Smart Chain (19%) fueron otras de las redes más empleadas.

Con todo, la mayor criptomoneda del mundo sigue siendo la reina en los mercados de la 'darknet'. Según el informe de TRM, se gastaron 1.490 millones de dólares en este tipo de mercados "oscuros" rusos, mientras que el mayor mercado occidental de este tipo, ASAP Market, representó menos del 10 % de la cuota de mercado mundial.

"La mayoría de los mercados de la 'darknet' en ruso solo admiten bitcoin, sin opciones de monedas de privacidad. Esto puede deberse a que perciben un menor riesgo de ser retirados por las autoridades. En cambio, los occidentales emplean más medidas de seguridad operativa en la cadena", apuntan.

Estos expertos concluyen en que la "continua proliferación de las criptomonedas y la tecnología blockchain" sugiere que los activos digitales "seguirán ocupando un lugar importante" en la esfera criminal. "La buena noticia para los investigadores, las fuerzas de seguridad y los reguladores es que las criptomonedas pueden proporcionar una visibilidad granular de la estructura, las operaciones y, sobre todo, la interconectividad entre diferentes actores y empresas delictivas", agregan.

"La inteligencia blockchain representa un salto transformador en la lucha contra las finanzas ilícitas. Hasta ahora, los organismos encargados de hacer cumplir la ley, los reguladores y el sector privado en general no conocían en tiempo real las economías ilícitas, su tamaño, cómo se transfieren sus activos y cómo se solapan con otras redes ilícitas. Este enfoque puede ayudar a dotar a los profesionales de la aplicación de la ley y el cumplimiento de la normativa de una visión más completa, granular y específica de dónde asignar sus recursos de vigilancia, investigación y tecnología", sentencian.

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