El mercado de las criptomonedas está bajo el foco de los reguladores de todo el mundo que estudian a conciencia la forma de legislar las inversiones en el bitcoin y el resto de criptoactivos, mientras bancos y entidades tradicionales se impacientan por entrar en el sector. Las plataformas de compra-venta de criptoactivos reclaman a la Unión Europa (UE) que acelere la ley MiCA (Markets in Crypto-Assets), que “se hará efectiva en el plazo de dos años”, explica Alejandro Zala, country manager de España de Bitpanda, porque es la vía que aportará “seguridad a los usuarios de este tipo de inversiones” y "franqueará la entrada a bancos, instituciones tradicionales y grandes inversores que ven ahora "un freno" en la falta de este marco normativo.

Lejos de considerarlo una amenaza para el bitcoin, como señalan algunas voces de la criptocomunidad, Zala pone el énfasis en que “piden a gritos” que los supervisores de los mercados de cada país cuenten con un marco armonizado que les permita fijar las reglas para que la gran banca pueda ofrecer estas inversiones a sus clientes. Algo que “todos están ahora estudiando”, asegura el directivo de Bitpanda.

Charlamos con Zala en un momento dulce para la la fintech austriaca especialista en la negociación del bitcoin que desembarcó en España el pasado mes de junio. Bitpanda acaba de entrar en el selecto grupo de los unicornios al superar los 1.000 millones de euros de valoración tras una nueva ronda de financiación de 142 millones de euros y sigue con sus planes de expansión a más países europeos este año.

A partir de abril Bitpanda dará acceso a sus usuarios pronto a una gama aún más diversa de activos digitales, incluyendo la inversión en acciones fraccionadas y ETFs, lo que proporcionará a los usuarios de toda Europa un fácil acceso a una cartera de activos cada vez más diversa. En este sentido, el country manager de la plataforma defiende los criptoactivos y la creación de Satoshi Nakamoto como una clase de inversión en la que los operadores deben colocar como máximo un 5% de sus carteras, pero rechaza que el bitcoin sea un medio de pago a día de hoy porque necesita “mayor adopción”.

Eso sí, destaca el papel de valor refugio de la más operada de las monedas de cifrado y se suma a quienes opinan que es el nuevo oro digital. Además, se muestra optimista de cara a un futuro en que el euro digital conviva con las ‘criptos’ existentes y la adopción se extienda entre los usuarios.

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