• Los analistas internacionales recuerdan que está más barata que la griega
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"Los avales del ICO son el mayor rescate de la banca con dinero público, 100.000 millones nada menos", muy por encima de los 41.000 del rescate a las cajas de ahorros en 2012. Así lo asegura un gestor especializado en el sector, que comparte una opinión cada vez más generalizada en el mercado (y que explica el fuerte rebote del sector): ningún banco español va a tener que ampliar capital o ser intervenido como el Popular, aunque los más débiles tendrán dificultades. Los avales públicos y las moratorias de crédito mantendrán a raya la morosidad.

"La morosidad va a subir, obviamente, pero ni mucho menos hasta los niveles que muchos dicen, que obligarían a las entidades a ampliar capital o a fusionarse si no pueden hacerlo con estos niveles de cotización", según este analista. El Banco de España ha dicho que el sector solo tiene suficiente capital para aguantar una tasa de mora del 13,8%, inferior a la de la crisis financiera. Pero este analista defiende que no vamos a llegar hasta ahí.

Las razones son dos. La primera es la línea de avales del ICO de 100.000 millones que, como es sabido, garantizan el 80% de los créditos concedidos por los bancos a las pequeñas y medianas empresas, y entre el 60% y el 70% a las grandes. Por ejemplo, si una empresa tenía un crédito de 40 millones que vencía en diciembre, lo que ha hecho su banco (o sus bancos) es sustituirlo por un ICO que tiene un vencimiento dentro de 5 años y, además, le pueden ampliar el importe hasta 70 millones para darle más oxígeno.

¿Cuál es el efecto para el banco? Para empezar, el crédito no entrará en mora hasta dentro de cinco años en vez de hacerlo en diciembre. Y para entonces, es de esperar que la economía esté plenamente recuperada y la empresa probablemente no tendrá problemas para devolver el dinero. Pero, además, el riesgo para el banco disminuye radicalmente: en un 60% para la parte refinanciada y en un 70% para el dinero nuevo (que es lo que asume el Estado). Es decir, si finalmente el crédito entra en mora, la parte del león de la pérdida no se la apunta el banco.

Pero aún hay más: eso, a su vez, reduce los activos ponderados por riesgo (APR) con los que se calcula la ratio de capital de los bancos. Es decir, su nivel de capital (solvencia) sube automáticamente sin necesidad de pedir más dinero al mercado. Lo cual aleja todavía más la probabilidad de una ampliación o fusión (como ha informado Bolsamanía, potenciales compradores como BBVA o CaixaBank no están dispuestos a absorber a nadie salvo que sea gratis, como el Popular).

LAS MORATORIAS, OTRO MANÁ

El otro elemento que frenará la temida escalada de la morosidad y las provisiones son las moratorias de las hipotecas y del conjunto de los créditos de los particulares. Estas moratorias lo que hacen es alargar el vencimiento del crédito: si se trata de una hipoteca a 20 años y se aplazan los pagos seis meses, vencerá en 20 años y seis meses. El BCE ha permitido que los préstamos que se acojan a esta figura no computen como morosos, que no haya que provisionarlos y que no consuman capital.

Aunque la moratoria tuvo unos inicios muy tímidos por los estrictos requisitos exigidos por el Gobierno para acceder a ella, el sector la ha ampliado para que prácticamente cualquiera se pueda acoger a ella, con lo que las cifras de personas que la han solicitado se han disparado en las últimas semanas y empiezan a acercarse a las previsiones de las entidades.

LA COMPARACIÓN FAVORECE A LOS ESPAÑOLES

Partiendo de la base de que las entidades españolas no se van a ir al garete en esta crisis, sus valoraciones resultan muy atractivas para los inversores internacionales por comparación con las de otros países. Recordemos que los bancos españoles cotizan por debajo de 0,25 veces su valor en libros, incluso algunos han llegado a 0,15 antes de la recuperación de la semana pasada.

"En cambio, los bancos griegos cotizan con esas valoraciones o incluso por encima cuando ellos tenían unos activos 'non performing' [créditos morosos y activos adjudicados] de entre el 40% y el 55% antes de la crisis del Covid. Los españoles los tienen en el 8% como mucho y, aunque los hay que van justos de capital y que tienen mucha exposición al turismo, para el inversor internacional resultan mucho más atractivos", concluye el gestor citado.

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