Las bolsas asiáticas acaban el lunes con signo mixto, aunque las caídas son notables en los principales parqués del continente. Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, después del ataque coordinado de EEUU, Reino Unido y Francia en Siria, mantienen a los operadores en guardia, aunque en Japón, el escándalo en torno al primer ministro Shinzo Abe ha escrito un nuevo capítulo.
Ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, como casi todos los movimientos relevantes y sorprendentes del mercado de las criptodivisas. Los precios de los principales activos digitales se dispararon este jueves, antes de la apertura de Wall Street y tanto el bitcoin como las principales ‘altcoins’ dejaron una subida de doble dígito que mantienen este viernes. La de Satoshi Nakamoto añadió 1.000 dólares a su cotización en cuestión de 30 minutos y ha prolongado sus ganancias este viernes hasta los 8.000 dólares.
Si algo ha hecho este 2018 es crispar los nervios de los inversores. El crecimiento económico mundial parece haber encontrado un techo, los bancos centrales cambian el sesgo de sus políticas monetarias y suben los tipos de interés, el proteccionismo es una amenaza palpable, sin contar con la guerra arancelaria de China y EEUU, los conflictos geopolíticos que traen ecos de los peores momentos de la Guerra Fría y la rotación de personal en la Casa Blanca. Hechos que han sacado a las bolsas del clima casi festivo de los dos últimos años y que han abierto las puertas, de par en par, a la volatilidad.
El mercado de las divisas, igual que las bolsas, se ha dejado llevar en las últimas horas por el retorno del apetito por el riesgo entre los inversores, después de que el presidente de los EEUU, Donald Trump, rebajara el tono en el conflicto de Siria. El dólar y el resto de monedas principales han aprovechado la oportunidad para dejarse llevar por las compras, pero hay una que se ha perdido la ‘fiesta’. El euro, en cambio, trata de recuperarse después de las ventas provocadas por la publicación de las actas del Banco Central Europeo (BCE).
