• La radio ya no sólo se escucha sino que también se ve y se interactúa gracias a las redes sociales y las nuevas tecnologías
  • El usuario de Internet se caracteriza por una menor fidelidad a la emisora que el oyente convencional
radio antigua
Aparato de radio clásicoPIXABAY

Con la llegada de la televisión, muchos auguraron el fin de la radio, pero la verdad es que sigue viva a día de hoy. Internet y las redes sociales parecía que iban a ser la puntilla definitiva pero la radio ha sabido adaptarse, una vez más, y vive una segunda juventud de la mano de la gran de red de redes. Las aplicaciones sociales y el nuevo modelo de consumo de información han sido los tres grandes retos de la radiodifusión.

Dicen que “renovarse o morir” y en ello lleva la radio mucho tiempo. Casi desde que empezó ha tenido que irse reinventando a cada paso. Los enamorados de este medio aseguran que la ‘magia de la radio’ es capaz de desarrollar la imaginación de los oyentes, que transporta a diferentes lugares, en definitiva, que es única. Al igual que para los diarios de papel, Internet ha sido un reto para la radio. A base de prueba y error, han ido naciendo nuevas propuestas, nuevas ideas que buscaban salvar la radio. Y tras mucho fallar ¡bingo! la solución siempre estuvo delante de sus narices.

La mezcla de la magia de la radio, la espectacularidad de la televisión y el alcance que sólo Internet tiene se ha convertido en fórmula de éxito

La solución que la radio ha encontrado para seguir adelante se basa en aquello de “inventar es copiar bien”. La mezcla de la magia de la radio, la espectacularidad de la televisión y el alcance que sólo Internet tiene se ha convertido en fórmula de éxito. En España, todas las emisoras, ya sean generalistas o radiofórmulas, han convertido sus estudios, en antaño oscuros e íntimos, en auténticos platós televisivos. La radio ya no sólo se escucha sino que también se ve y se interactúa. Las redes sociales han abierto aún más las puertas de la radio a muchos oyentes. Mensajes por Facebook, concursos a través de hashtags en Twitter o notas de voz a través de WhatsApp son sólo alguna de las fórmulas de participación para la audiencia.

El boom del streaming en directo, gracias entre otros a Periscope y Facebook Live, ha sido otro de los palos a los que agarrarse. La nueva radio ya no es ciega, la imagen cuenta con mucha más importancia. Cope, Ser, Onda Cero,... emiten en directo a través de las redes sociales sus programas estrellas para que además de oírlo se puedan ver.

LA GUERRA DEL ZAPPING

Internet ha abierto una guerra hasta ahora inexistente en el mundo radiofónico. Los usuarios online están acostumbrados a saltar de unos contenidos a otros, pasan de un vídeo a una foto y entre medias mandan un mensaje. La permanencia en un mismo sitio es mucho menor de la que puede tener un usuario de radio convencional. Las cadenas compiten ahora en dos frentes: los usuarios clásicos pegados al transistor y, en su inmensa mayoría, fieles a una emisora o un grupo de programas, y los usuarios online.

La Cadena SER es la emisora con más oyentes, 4,2 millones, según la última oleada del EGM

Las redes sociales son para muchas empresas una herramienta de ‘conversión’, término que en marketing se utiliza para describir aquellas acciones comerciales que tienen el objetivo de que un cliente potencial conozca la marca y comienza a comprar, consumirla,... pero ha día de hoy la competencia entre las diferentes emisoras ha abierto la guerra en las redes.


En España, tres emisoras privadas lideran los índices de audiencia radiofónicos. La cadena es la cadena con más oyentes según la última oleada del Estudio General de Medios (EGM) publicada a finales de 2016 por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC). Con más de 4,2 millones de oyentes se mantiene por encima de Cope, segunda con 2,6 millones, y Onda Cero, tercera con 1,8 millones.

El liderazgo de la cadena de Prisa también se ve en redes como Twitter donde con 1,07 millones de seguidores están muy por encima de sus rivales que con 300.000, la Cope, y 450.000, Onda Cero, siguen de lejos a la cuenta de la Ser. Parte de la explicación de la diferencia en redes sociales como Twitter se debe a una estrategia diferente. Cope y Onda Cero trabajan más intensamente las cuentas de sus respectivos programas que las corporativas.

LA MUERTE DEL PODCAST

Uno de los primeros formatos con el que la radio llegó a Internet fue el podcast

Uno de los primeros formatos con el que la radio llegó a Internet fue el podcast. Este sistema permitía a los usuarios suscribirse a sus programas o emisoras favoritas y descargarse un archivo de audio con el que podían escuchar en cualquier momento y tantas veces como quisieran sus programas favoritos. Durante un tiempo fue la mejor manera de acceder al contenido de las radios pero la llegada del vídeo y la mejora en las prestaciones de las páginas webs permitieron a las emisoras subir a sus portales todo este contenido, obligando al usuario a escucharlo en la web en vez de descargarlo y oírlo en su reproductor de música.

La llegada de las aplicaciones móviles ha sido la puntilla para los clásicos podcast. Con los reproductores de MP3 en fuera de juego, los 'smartphones' se han convertido en el centro del entretenimiento y las apps de cada cadena permiten escuchar de forma sencilla los programas y la emisión en directo.

ADIÓS AL FM

El salto de la radio a Internet también está obligado desde el punto de vista tecnológico. Noruega se ha convertido en el ejemplo a seguir de la futura radio digital. La FM, la tiene las horas contadas en el país nórdico. A comienzos de 2017, y por decisión del Parlamento noruego, la Frecuencia Modulada comenzó a desconectarse. La medida, tan impopular como arriesgada, pone la primera piedra hacia el futuro. Tras más de 60 años de vida, la FM tiene los días contados, pronto esta medida será copiada en el resto de países europeos y del resto del mundo.

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