• 'No Más Novatadas' es una asociación que trata de aconsejar y ayudar a todas aquellas personas que se pongan en contacto con ellos
  • El primer paso para acabar con las novatadas es "dejar de justificarlas argumentando que son unas bromas o tradiciones"
Novatadas

Con el inicio del curso miles de jóvenes se estrenarán en la vida universitaria y en muchos casos se verán obligados, por la presión de sus ‘compañeros’ y por la social de no ser los ‘raros’ , a superar pruebas y ritos de iniciación que en el mejor de los casos rozan el mal gusto y en el peor acaban en tragedia. Las novatadas universitarias no son algo reciente, aunque sí que lo es su persecución e intento por suprimirlas. Asociaciones como ‘No Más Novatadas’, que trabaja desde Galicia para toda España, intentan poner fin a las peores prácticas de abusos en las universidades españolas.

“Somos una asociación independiente, no vinculada a ninguna ideología, formada por personas que pretenden hacer, por un lado, una labor asistencial a las víctimas y a sus familias, y, por otro lado generar cambios que lleven a la erradicación de las novatadas”, explica Loreto González-Dopeso, presidenta de la Asociación ‘No Más Novatadas’ (NMN). A pesar de ser una asociación pequeña, intentan aconsejar y ayudar a todas aquellas personas, de cualquier lugar de España, que se pongan en contacto con ellos. “Ninguna persona que nos haya llamado o escrito se ha quedado sin respuesta por nuestra parte”, asegura Loreto.

Beber alcohol hasta caer inconsciente, sufrir vejaciones como ir a gatas con un collar como un perro y comer alpiste, o lanzar por la ventana de su habitación absolutamente todo lo que tiene el novato, son sólo algunas de las pruebas o rituales detrás de las novatadas que muchos estudiantes sufren a su llegada a la universidad, colegios mayores o residencias. NMN no sólo trabaja en “rechazar la novatada cruel”. La asociación también trabaja para que la llegada a la universidad de los nuevos alumnos no esté “basada en un sistema en que un grupo de jóvenes, con una fuerte presión grupal, dicen a otros lo que tienen o no que hacer. ¿Dónde se pone el límite de lo admisible o no?”, analizan desde la asociación.

En colegios mayores y residencias suelen darse las situaciones más graves debido a que acosador y acosado conviven en el mismo lugar

Las novatadas suelen estar gestadas en universidades, colegios mayores o residencias principalmente, pero son estos dos últimos donde suelen darse las situaciones más graves debido a que acosador y acosado conviven en el mismo lugar. ”No hay descanso, pues se comparten los espacios cotidianos y pueden abordarte incluso en el dormitorio o baño. Además, están más generalizadas y suelen durar más tiempo (un mes la mayoría de las veces)”, explica Loreto González-Dopeso.

LAS CONSECUENCIAS

Uno de los casos más duros sucedió en diciembre de 2013 en una playa de Portugal. Aquella noche murieron 6 jóvenes a consecuencia, presuntamente, de una novatada. Al parecer, con un mar muy embravecido tenían que dar un paso atrás cada vez que fallaban la respuesta a determinadas preguntas realizadas por los veteranos. “El mar se los tragó”, recuerda la presidenta de ‘No Más Novatadas’. “Nos preguntamos qué lleva a un grupo de chicos a aceptar someterse a esa situación, ¿dónde ha empezado ese nivel de sometimiento?, ¿con qué acción?, ¿en qué punto empezó?”, asegura.

Los agresores pueden enfrentarse a consecuencias muy serias si se prueba que han cometido un delito o una infracción del reglamento universitario. “Las novatadas en sí, no están tipificadas en el Código Penal (sí en Francia); pero sí muchas de las acciones o prácticas que se cometen en novatadas.”, explican desde ‘No Más Novatadas’.

Las novatadas no son bromas, ni siquiera las novatadas leves. Los estudios sobre violencia señalan que, incluso en el mejor de los caso, son un abuso de poder

Poner punto final a las novatadas es una “carrera de fondo”, una tarea educativa compleja. Asociaciones como NMN, desde 2011, y otros colectivos llevan tiempo luchando contra ellas. Pero, ¿qué se puede hacer? para Loreto González-Dopeso el primer paso es “cambiar la percepción social de las novatadas, dejar de justificarlas argumentando que son unas bromas o tradiciones”. La presión social sobre los jóvenes complica que se denuncie algo que todo el mundo “considera sólo unas bromas o tradiciones por las que hay que pasar”. Esta consideración “resta fuerza a las víctimas y posibles denunciantes lamentan”. “Las novatadas no son bromas, ni siquiera las novatadas leves. Los estudios sobre violencia señalan que, incluso en el mejor de los caso, son un abuso de poder”, explica Loreto.

Un de los primeros consejos que dan a los universitarios víctimas de novatadas desde NMN es ponerse en contacto con el defensor universitario o vicerrectorado correspondiente, con la dirección del Colegio Mayor o Residencia Universitaria, con la policía o juzgado y, por supuesto, con ellos o asociaciones similares.

En su página web han publicado un decálogo de consejos para evitar este tipo de prácticas. Entre ellos, negarse a hacer cosas en contra de lo que uno quiera, formar grupo con otros estudiantes de reciente ingreso, realizar otras actividades o plantarse en grupo.

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