La supuesta hija ilegítima del Rey Juan Carlos, Ingrid Sartiau, ha confesado que se operó la nariz con 18 años para quitarse “la nariz de Borbón”. También ha contado la historia de su vida y como creyó durante años que su padre “había muerto en un accidente aéreo”.
Según publica Voz Pópuli, citando un reportaje del Daily Mail, Sartiau vivió los primeros años de su vida con una familia belga porque su madre tenía miedo de “los asesinos de Franco” y lo que pudieran hacerle a su hija.
Cuenta que la historia de amor entre su madre y Don Juan Carlos empezó en 1956, cuando contrataron a Lilliane, madre de Ingrid, como institutriz de la Casa Real, presuntamente, Lilliane se “enamoró” de Juan Carlos I por aquel entonces. Sin embargo, no volvieron a encontrarse hasta 10 años después, cuando Lilliane viajó a la Costa del Sol y “pasaron tres noches de pasión en un hotel de lujo de Marbella”.
También ha relatado cómo descubrió que su padre era, supuestamente, el Rey Juan Carlos: “Le mostré a mi madre enfadada que el rey de España había matado un elefante y ella me dijo que no podía creer siempre a la prensa porque sabía que él era un buen hombre”, y añade que “rompió su silencio en medio de lágrimas y golpes” ya que no iba a permitir que su hija pensara que “tenía un mal padre”.
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