• Los inversores usaron la "excusa" de la debilidad del dato de empleo en Reino Unido para apostar contra la moneda británica
  • La demanda de euros sigue cayendo, pero expertos llaman a mirar más allá de los datos de febrero
bce, banco central europeo

Después de la Fed y el BoE, es el turno del Banco Central Europeo (BCE). El supervisor monetario acapara la atención de los inversores este jueves con la publicación de las actas de su reunión del 25 de enero, después de una jornada muy marcada por los bancos centrales en EEUU y Reino Unido. Las divisas no se quedaron al margen de la fuerte volatilidad en los mercados financieros de este miércoles y se dejaron mecer por los vaivenes, que se notaron especialmente en el ‘cable’ (libra/dólar), mientras el euro continuó deslizándose por debajo de los 1,23 dólares, donde se mantiene este jueves, hasta un mínimo de 20 días en los 1,2260 dólares.

La falta de demanda por la moneda comunitaria, que se halla presionada entre un moderado empeoramiento de las condiciones económicas y la incertidumbre en el plano político entre Alemania e Italia, se ha incrementado ante la preocupación de que el documento del banco central muestre su preocupación por la fortaleza de la divisa. De ser así, los analistas de Danske Bank creen que “el mercado mostrará dudas sobre el rally que protagoniza el euro desde finales del año pasado”. No obstante, estos expertos aconsejan buscar indicios sobre el “cambio en la orientación en los mercados que podría llegar en marzo y que apuntalará a la ‘divisa compartida’”.

Las ganancias del dólar, que se vieron alimentadas tras las actas de la Reserva Federal (Fed), aceleraron las ventas en el euro, que se han visto espoleadas por la debilidad de los últimos datos macro, como la encuesta Zew en Alemania y los PMI de la Eurozona. No obstante, expertos como Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management, piden "que los árboles nos dejen ver el bosque", ya que "es importante darse cuenta de que ha sido el primer declive en tres meses y ha ocurrido después de que los datos de los gestores de compra se dispararan a máximos desde 2006". "Los informes muestran que la economía de la Eurozona sigue siendo fuerte y simplemente se ha suavizado desde estos niveles", añade la experta.

Por otra parte, los expertos señalan que la prima de riesgo político que dañó el apetito de los inversores por el euro el año pasado volverá a tener reverberaciones en las dos semanas próximas. Por un lado, continúa el devaneo en las filas socialdemócratas alemanas sobre la ‘gran coalición’ que permitirá a Angela Merkel gobernar los próximos cuatro años.

Un total de 463.723 militantes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) están llamados a votar en una consulta sobre el acuerdo para reeditar la gran coalición de Gobierno con el bloque conservador de la canciller Angela Merkel. La votación terminará el 2 de marzo a media noche y el resultado se conocerá dos días después.

Exactamente el 4 de marzo se celebran también las elecciones generales en Italia. Los últimos sondeos otorgan la victoria a la coalición de centroderecha liderada por el expresidente Silvio Berlusconi (Forza Italia) con la xenófoba Liga Norte, pero ningún partido logra aglutinar más del 40% de los votos necesarios para formar Gobierno. Así, a dos semanas de la cita con las urnas, las encuestas y los analistas auguran un bloqueo político en el país. Por lo tanto, "es difícil para los inversores permanecer optimistas”, comenta Lien.

LA FED Y EL BOE

En otras monedas, siguen notándose los efectos de la acción de los supervisores monetarios de EEUU y Reino Unido. Fue la Fed quien jugó un papel más destacado. Las actas de su reunión del 30 y 31 de enero confirmaron el optimismo exhibido por la ya expresidente del banco central, Janet Yellen. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) aseguraron que "la tasa de crecimiento económico en 2018 excedería sus estimaciones sobre un ritmo sostenido a largo plazo y que las condiciones del mercado laboral se fortalecerían aún más". Por lo tanto, incrementa “la posibilidad de que una trayectoria ascendente gradual de los tipos sea apropiada”.

Los inversores se han tomado este documento como una ratificación de las tres subidas de tipos en 2018 y, por lo tanto, el dólar recibió un nuevo empuje en su recuperación desde mínimos de varios años contra sus principales rivales. Además del euro, el yen ha vuelto a mínimos de una semana, sobre los 107,70/50 yenes contra el ‘billete verde’ y el índice que mide su desempeño contra una cesta de divisas rivales se ha disparado a máximos de una semana en los 90,166 puntos. Lo que supone una remontada de un 2,2% desde el mínimo de tres años de la semana pasada.

La libra, por su parte, se mantiene en mínimos de una semana, por debajo de los 1,3900 dólares, a pesar de que el Banco de Inglaterra (BoE) por sus siglas en inglés “ya no esconde que está dispuesto a endurecer su política monetaria". No obstante, entre el envite del dólar y los datos del mercado de empleo del mes de enero, que evidenciaron que la tasa de paro repuntó una décima hasta el 4,4%, la moneda británica se precipita hacia los 1,3850 dólares.

Todavía en el Reino Unido, Theresa May y sus ministros se reunirán para tratar de cerrar un acuerdo comercial sobre el Brexit que desean con la UE en el futuro posterior al abandono del bloque comunitario. "Esta será una prueba de fuego para May ya que su gabinete aún parece estar dividido entre aquellos que quieren un Brexit suave y un duro", redondean desde Danske Bank.

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