• La libra desafía a los bajistas, pero no aguanta los 1,2500 dólares
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Esta iba a ser la semana en la que la libra tenía que desplomarse y el rally de Trump estaba sentenciado. La semana en la que el euro prometía subidas hasta los 1,10 dólares y el ‘billete verde’ iba a dejarse llevar por los bajistas de una vez por todas. Pero no. El panorama se ha revertido completamente en los principales cruces y los alcistas en el dólar han vuelto a la carga para aupar a la divisa en una remontada espectacular, hasta máximos de dos semanas contra la ‘moneda única’ y también en el índice que mide su desempeño contra una cesta de seis rivales, que ha retomado los 100,60 puntos.

Mientras tanto, la otra gran protagonista, la libra, le ha plantado cara al impulso comprador del dólar y ha recuperado los 1,25 dólares este jueves y durante la sesión asiática del viernes, aunque ha ido cediendo terreno en el transcurso de la sesión europea, aproximadamente un 0,6%, con una renovada presión ante las líneas rojas con las que el bloque europeo encara en Brexit.

Los operadores del mercado de las divisas han abrazado, una vez más, las compras en el dólar que, de seguir con esta tónica podría cerrar la semana con ganancias de más de un 1% contra el euro. El impulso ha llegado desde el frente de los datos macroeconómicos, cuando en la jornada del jueves se publicaron los datos del PIB del cuarto trimestre de 2016 y de las peticiones de desempleo, ambos mejores de lo esperado. En contraste, en Europa, el IPC alemán y una batería de indicadores de sentimiento de servicios y negocios de la zona euro también decepcionaron a los operadores que retiraron sus apoyos al euro.

Desde le punto de vista del análisis técnico, por ahora la divisa está perforando el soporte de los 1,0680 dólares, cuya pérdida definitiva podría llevar al euro/dólar al siguiente nivel de control en los 1,0600 dólares. Michael Hewson, analista de CMC Markets, avisa que para que el cruce logre estabilizarse, tendría que volver al área de los 1,0780 dólares.

Hewson también recuerda que las pérdidas en la ‘moneda única’ se han disparado después de informaciones publicadas por 'Reuters' de que los miembros del Banco Central Europeo (BCE) se muestran reacios a cambiar el mensaje de su política monetaria. Así lo han expresado después de que los pequeños giros de este mes han creado demasiadas expectativas de que el banco central ha decidido poner fin a su política ultra-flexible y subir la tasa de interés.

LA LIBRA NO ESTÁ A SALVO TODAVÍA

La otra moneda que se mantiene en el radar de los inversores, la libra, contra todo pronóstico, ha logrado desembarazarse de la presión bajista que había gobernado su operativa antes de la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (UE). Las ganancias han sido pronunciadas contra el euro, que se ha depreciado hasta las 0,8550 libras, con el potencial de “seguir cediendo terreno hasta las 0,8400 libras”, indica Hewson. “Mientras el euro/libra se mantenga a flote por encima de las 0,8550 libras podremos ver ganancias hasta el área de las 0,8620 libras”, apunta el analista de CMC Markets.

Contra el dólar, a pesar de la fortaleza exhibida por el billete verde en el corto plazo, la moneda británica logró reconquistar los 1,2500 dólares. Sin embargo, la analista de BK Asset Management, Kathy Lien avisa a los operadores que la moneda no está ni mucho menos a salvo y “los primeros pasos del divorcio más complicado de la historia aún pueden dejarse notar en la moneda de Reino Unido este viernes”.

“Hasta la fecha, el impacto ha sido mínimo en el cable (libra/dólar) con el cruce recuperando parte de sus recientes pérdidas”, señala Lien. Pero la libra esterlina no se halla fuera de peligro porque Bruselas ha presentado su respuesta oficial a la carta con la que Reino Unido activó el Brexit y, de acuerdo con los borradores que se han hecho públicos sobre las líneas rojas que el bloque europeo no está dispuesto a cruzar en las negociaciones, no piensan ponérselo fácil al Reino Unido.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk,ha hecho público que los ‘Veintisiete’ se niegan a conceder a Londres un acuerdo de libre comercio durante los próximos 2 años, sin que haya antes un acuerdo sobre las condiciones de salida. También quieren que Gran Bretaña cumpla con sus obligaciones y pague la factura del acuerdo de divorcio, una cantidad que se estima en 60.000 millones de euros, pero que el Ejecutivo de la primera ministra británica, Theresa May, no parece dispuesto a reconocer, aunque por el momento sí ha expresado la intención de cumplir con sus obligaciones con el club europeo. Tanto es así que espera que del total que se tenga que liquidar al final de las negociaciones, en marzo de 2019, se descuente lo aportado por Londres durante los largos 730 días que ya han empezado a descontarse.

“Pensamos que al comienzo, la UE adoptará una postura dura presentando una respuesta desafiante a la decisión de Reino Unido”, señala Lien. “Si tenemos razón, jugar duro no sería bueno para la libra esterlina. Cuanto más duros sean los términos en los que la UE se dirige a Reino Unido, mayor será la presión sobre la libra”, alerta la analista de BK Asset Management.

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