LONDRES, 17 (Reuters/EP)
La tenista checa Petra Kvitova, dos veces campeona de Wimbledon, ha reconocido que 2017 ha sido un año "bastante duro", como una "montaña rusa", en el que se ha centrado en volver a jugar al tenis después de ser apuñalada en la mano en diciembre de 2016.
"Este año ha sido una montaña rusa. El comienzo no fue muy agradable, así que estoy muy contenta de que todo haya terminado. Ahora puedo ver todo positivamente de nuevo. Fue un año bastante duro y tuve muchas emociones durante mi regreso. Veo que puedo jugar al tenis, y puedo jugar bien, y para mí este es el mejor resultado que podía haber esperado", señaló a The Guardian.
Kvitova, actual número 29 del mundo, fue herida de gravedad en diciembre de 2016 en su mano izquierda por arma blanca tras un intento de atraco en su casa de Prostejov (República Checa). Tras ello, necesitó cuatro horas de cirugía.
"He empezado a vivir con mi nueva mano. He empezado a intentar que me guste, que me encante, y así es como me lo voy a tomar. Es mi mano y estoy feliz de tener todos mis dedos", indicó.
Kvitova volvió a competir, después de meses de rehabilitación, en mayo en Roland Garros y ganó el torneo de Birmingham (Reino Unido) en junio. Jugó por última vez en el torneo de Tianjin (China) en octubre y se prepara para abrir su temporada 2018 en Brisbane (Australia) en enero.
La exnúmero dos del mundo tuvo una exitosa temporada en hierba, a la que se añaden los cuartos de final del US Open y las semifinales del torneo de Pekín, pero tovadía no había recuperado la forma física. "Probablemente me lleve más de un año recuperarme por completo, no estoy segura", explicó Kvitova. "Hice todo lo que pude, pero aún hay espacio para mejorarlo. Espero que con más tiempo sea aún más fuerte", concluyó.