• Múltiples informaciones vinculan la decisión de Trump a la supuesta connivencia de Rusia con la campaña del magnate para las presidenciales de noviembre
  • La negativa de Comey de mantener una reunión preliminar con Trump antes de su comparecencia ante el Senado enfureció al presidente, según Reuters
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Donald Trump no ha esperado a que se enfríe el último cadáver político de su etapa al frente de la Casa Blanca. Mientras múltiples informaciones vinculan su decisión de despedir al director del FBI, James Comey, con la investigación que está llevando a cabo la agencia sobre la injerencia de las autoridades rusas en los comicios, el republicano se ha reunido en la Casa Blanca con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Trump se ha defendido este miércoles asegurando que decidió despedir al director del FBI, James Comey, porque "no estaba haciendo un buen trabajo", en respuesta a las múltiples informaciones que indican que el cese estaría relacionado con la supuesta connivencia de Rusia y la campaña del magnate neoyorquino para ganar las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, señala 'Europa Press'.

La razones de Trump para despedir a Comey: "Es muy simple: no estaba haciendo un buen trabajo"

"Es muy simple: no estaba haciendo un buen trabajo", ha dicho en respuesta a las preguntas de la prensa desde el Despacho Oval durante la reunión que ha sostenido este miércoles con el ex secretario de Estado Henry Kissinger, aunque se ha negado a contestar si la destitución de Comey está vinculada de alguna manera a la injerencia electoral del Kremlin.

Según publica 'Reuters', tras el despido del ya ex director del FBI está la cólera acumulada de Trump durante meses que tuvo su punto de inflexión en la negativa de Comey a repasar con el presidente su testimonio del pasado 3 de mayo ante el Senado, donde compareció para dar explicaciones sobre la investigación del uso del servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton.

Explica el medio que se considera de cortesía que se haga una revisión preliminar de este tipo de testimonios y tanto Trump como el fiscal general Jeff Sessions y el vicepresidente de la Procuraduría General, Rod Rosenstein, consideraron un acto de insubordinación el rechazo de Comey a mantener este encuentro. El ex director del FBI dijo ante el Senado que se sentía “ligeramente nauseabundo” ante la perspectiva que su decisión de informar sobre la reapertura de la investigación a Clinton hubiera influido en las elecciones de noviembre.

RESPUESTA DE RUSIA

Trump se ha limitado a aclarar que la destitución del director del FBI no ha afectado en absoluto" al encuentro que ha tenido con Lavrov, el primero desde que la nueva Administración estadounidense comenzó su andadura, el pasado 20 de enero.

En la misma línea, el Kremlin ha expresado su confianza en que la sorpresiva salida de Comey no afecte a las relaciones entre Washington y Moscú, que tanto Trump como su homólogo ruso, Vladimir Putin, se han propuesto reconstruir tras la era Obama.

"Esto es un asunto interno de Estados Unidos, es una decisión soberana del presidente de Estados Unidos, lo cual no tiene absolutamente nada que ver, o no debería tener nada que ver, con Rusia", ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en rueda de prensa.

CONEXIÓN RUSIA

Sin embargo, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, no ha podido escapar a las preguntas sobre los vínculos de Trump y Moscú y ha afirmado que la destitución de Comey no tiene nada que ver con la investigación del FBI sobre la injerencia de las autoridades rusas en los comicios.

Los medios de comunicación locales han publicado numerosas informaciones que sugieren que Trump habría cesado a Comey por su determinación de seguir adelante con las pesquisas sobre la complicidad del actual mandatario y el Kremlin para situarle en la Casa Blanca.

'New York Times' ha publicado este miércoles que, Comey se reunió la semana pasada con el vicefiscal general, Rod J. Rosenstein, -que ha servido de base para el despido- para solicitar al Departamento de Justicia más recursos -dinero y personal- para ahondar en estas investigaciones, de acuerdo con tres fuentes.

Comey ha recibido las críticas de republicanos y demócratas, no solo por el caso ruso, sino también por la gestión que el FBI hizo de las indagaciones sobre los correos electrónicos de la ex candidata presidencial Hilary Clinton, cuya reapertura días antes de las elecciones dinamitó el proceso, según ha denunciado ella.

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