Las autoridades estadounidenses han intensificado las medidas de seguridad en el Capitolio de cara a la toma de posesión del presidente electo, Joe Biden, para evitar episodios como el vivido el pasado 6 de enero, cuando partidarios del presidente Donald Trump asaltaron las instalaciones del edificio, que alberga las dos cámaras del Congreso estadounidense, durante la certificación de la victoria del demócrata en las elecciones del 3 de noviembre.

En concreto, cerca de 25.000 miembros de la Guardia Nacional se han desplegado para proteger el corazón político de Washington D.C. En el Capitolio, este martes se observa mayor seguridad, cierres y un control más intenso.

Además, la Guardia Nacional ha retirado este martes a 12 agentes que iban a prestar sus servicios en la toma de posesión alegando "comportamiento cuestionable", según ha trasladado el jefe del cuerpo, el general Daniel Hokanson. En concreto, diez de ellos han sido apartados de la ceremonia, que tendrá lugar este miércoles, por "comportamiento cuestionable", acreditado en el proceso de veto que los agentes habían de superar antes de la cita. Los otros dos por realizar comentarios o escribir textos "inapropiados", pero no se han proporcionado detalles adicionales sobre los mismos.

"No estoy preocupado porque de una gran parte de nuestro cuerpo, 25.000, hemos identificado a 12", ha señalado Hokanson, si bien ha recalcado que el cuerpo busca asegurarse de que hace lo "correcto", según ha informado la cadena de televisión CNN.

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