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No es país para unicornios. Peloton ha protagonizado con un desplome del 11% el tercer peor debut de una de estas compañías en Wall Street. Desde 2008. Solo le superan SmileDirectClub (2012), y ADT (2018). Y adelanta por poco en este ranking al estreno de Uber que tuvo lugar el pasado 10 de mayo. ¿Qué les pasa a las startups cuando pisan el parqué?
Slack se deja un 40% en lo que va de 2019. Lyft tampoco levanta cabeza. Y WeWork está teniendo hasta problemas para llevar a cabo su OPV.
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"Los inversores están aceptando las pérdidas en estas salidas a bolsas y marchándose a lugares seguros como 'large-caps' o el Tesoro estadounidense", observa Kathleen Smith, de Renaissance Capital, en declaraciones a la 'CNBC'. "Le va a costar sobrevivir como una empresa cotizada", señalan desde 'ZeroHedge'.
Peloton vive de sus clientes. Y le está costando ofrecer una tarifa atractiva para mantener un crecimiento alto y sostenible de usuarios. Esto genera escepticismo en el mercado. El inversor se tiene que creer tu historia. Y apostar por ella en bolsa.
¿Cuándo entrar al valor? Jim Cramer tiene la clave. El gurú de 'CNBC' recomienda esperar a que el título esté, al menos, 4 dólares más barato desde sus niveles actuales: "Está demasiado cara para ser simplemente una empresa que vende bicis".
El problema es de las entidades que colocan las OPV. "A no ser que los bancos de inversión empiecen a sacar a bolsa este tipo de empresas con precios más bajos, los inversores institucionales les seguirán respondiendo con el mismo escepticismo que en el debut de Peloton convirtiéndose así en la regla y no en la excepción", sostiene Cramer.
"Esperábamos un mejor debut, obviamente". Son las palabras de la directora financiera de Peloton, Jill Woodworth, en defensa del estreno de su compañía en Wall Street. "Hemos llegado para quedarnos y seguimos buscando capital para alimentar nuestro negocio", promete la alta ejecutiva.
UBER Y LYFT, EN MÍNIMOS DESDE SU DEBUT
El de Peloton no es el único estreno accidentado en Wall Street. Otras startups como Uber y Lyft han mordido el parqué en sus primeros compases en bolsa.
Uber debutó el 10 de mayo valorada en 82.000 millones de dólares, es decir, cada acción costaba 45 dólares. Desde su estreno, acumula un desplome del 24% en bolsa. Lyft mojó los pies en la orilla el 29 de marzo. Desde entonces, registra caídas de más del 46%. Ambas coquetean con nuevos mínimos históricos. Sesión tras sesión. ¿Hasta cuándo?
