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Vista general de los logos de los Juegos Olimpicos y Paralimpicos de TokioRodrigo Reyes Marin/ZUMA Wire/dp / DPA

Japón ha decidido declarar el estado de emergencia en Tokio para contener la última oleada de coronavirus en la ciudad. Así lo ha anunciado el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, que ha explicado que la alerta estará vigente hasta el 22 de agosto, es decir, que continuará incluso durante la celebración de los Juegos Olímpicos. Posteriormente se ha confirmado que no no habrá espectadores en el evento. Es decir, la competición se celebrará a puerta cerrada.

Los asesores médicos llevan semanas diciendo que no tener espectadores en los Juegos sería la opción menos arriesgada, en medio de la preocupación generalizada de que la afluencia de miles de atletas y funcionarios alimente una nueva ola de infecciones. Y finalmente se les ha hecho caso.

Los organizadores ya habían prohibido la entrada de espectadores extranjeros y habían establecido un límite para los aficionados nacionales del 50% del aforo, hasta un máximo de 10.000 personas. Sin embargo, finalmente no habrá espectadores.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ha llegado este jueves a Japón, donde se ha reunido con el comité organizador local, representantes del gobierno japonés y del municipio de Tokio para tratar este tema. Tras la celebración del mencionado encuentro, el ministro japonés para los Juegos Olímpicos, Tamayo Marukawa, ha anunciado que no habrá público en las gradas durante las competiciones deportivas que comienzan con la inauguración el próximo 23 de julio.

Suga ha decidido volver a declarar el estado de emergencia en el área de Tokio, que entrará en vigor el lunes 12 de julio. No obstante, en la práctica la medida no supondrá mucho cambio con la situación actual, al margen de un endurecimiento de restricciones para los comercios. Y es que según informa el 'Japan Times', los restaurantes de Tokio y Okinawa deberán dejar de servir alcohol y cerrar a las 20:00 horas.

El país asiático ha decidido prolongar dicho nivel de alerta en la región de Okinawa (sudoeste), donde ya se encontraba activa, y mantener ciertas restricciones en las prefecturas de Chiba, Saitama y Kanagawa, colindantes con Tokio y donde también se disputarán competiciones de los Juegos. "Los nuevos casos en el área metropolitana de Tokio han aumentado desde junio", ha dicho Suga. "Se han hecho necesarias medidas más estrictas en esas zonas, pero podrían levantarse antes si vemos pruebas del impacto positivo de la distribución de la vacuna", ha remarcado.

Los Juegos Olímpicos comenzarán el próximo 23 de julio y durarán dos semanas, por lo que se verán directamente afectados por la decisión adoptada por las autoridades niponas. Les seguirán los Juegos Paralímpicos.

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