- Será el grupo parlamentario quien decidirá el sentido final de la votación
Las cúpulas directivas de Convergència Democràtica (CDC) i Unió Democràtica (UDC) han cerrado filas en torno al portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida a quien ha dado “pleno apoyo y confianza”. Ambos partidos han decidido pasar página una semana después de que se desatara la polémica por su voto en distinto sentido durante la tramitación del pacto yihadista entre PP y PSOE.
Ambos partidos han celebrado un encuentro en el que han decidido quitar hierro al asunto y han llegado a la conclusión que todo fue fruto de un malentendido. El secretario general de CiU, el demócrata cristiano Ramon Espadaler, ha señalado que previamente se había acordado "facilitar" la tramitación de este pacto de sido PP-PSOE, un término que CDC interpretó como una abstención, mientras que Unión lo leyó como un voto favorable, informa el diario Ara.cat. Ninguno de las dos partes, ha dicho, "tienen la más mínima voluntad de reeditar" una crisis como esta.
Se da por cerrado el episodio
Espadaler ha comparecido en una rueda de prensa al lado del secretario general adjunto, Lluís Corominas, quien ha insistido en que el asunto fue un malentendido. Asimismo, ambos han reiterado su aval político al presidente del grupo parlamentario en Madrid y a los portavoces Pere Macias y Josep Sánchez-Llibre, por lo tanto serán los diputados de CiU en el Congreso quienes decidirán qué enmiendas presenta y cuál es el sentido de la votación final en función de si son aceptadas o no.
A pesar de la escalada en el malestar entre los dos socios que se vivió la semana, tanto Ramon Espadaler como Lluís Corominas han dado por “cerrado el episodio” y han expresado la voluntad compartida de “mirar hacia delante”.
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