Los inversores han dejado ya atrás el primer trimestre del año en las bolsas de todo el mundo, y el saldo es claro: en Wall Street los índices están planos y toda Europa es alcista, menos la Bolsa de Grecia, que se deja un 7%. Sin embargo, la plaza de Atenas no ha perforado los mínimos anuales que marcó el 28 de enero, en los 708,61 puntos, después del triunfo de Syriza en las elecciones.
El analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, destaca que la Bolsa de Grecia conserve ese nivel a pesar de las intensas y duras negociaciones entre el Gobierno de Alexis Tsipras y el resto de socios europeos y acreedores privados sobre las condiciones de su rescate y la entrega de los próximos tramos de esa asistencia financiera.
“Es un índice bajista, la excepción en Europa, pero por lo menos no ha perdido los mínimos de enero”, se consuela Rodríguez. El índice heleno lleva ya un año, como recuerda este analista, encajado en un canal bajista. Consiguió rebotar a finales de enero, pero no consiguió romper la parte alta. Aunque otra buena noticia es que está muy sobrevendido en gráfico semanal, subraya el experto de Bolsamanía.
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Rodríguez avisa de que si se perdieran esos mínimo de enero, el índice se iría a niveles de julio de 2012, por los 471 puntos. La Bolsa de Atenas por tanto regresaría a la zona en la que cotizaba antes de las famosas palabras mágicas de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE): “Haremos lo que sea necesario para salvar al Euro y, créanme, será suficiente”.
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