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Reuters
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Saltan las alarmas en las bolsas mundiales. Por primera vez desde 2007, se ha producido la inversión de la curva de rendimientos entre los bonos del Tesoro americano a 2 y 10 años. Como ha publicado Bolsamanía en los últimos meses, ya se habían producido inversiones entre otras referencias, la más llamativa entre los bonos a 3 meses y 10 años.

Pero ahora se ha producido la inversión en la parte de la curva más vigilada por los inversores, ya que este indicador ha anticipado siete de las últimas recesiones en Estados Unidos. “El mercado no está diciendo que los riesgos para el crecimiento se inclinan muy a la baja. Ahora nos encontramos en una nueva fase del ciclo y se trata de una alerta roja masiva”, señala Neil Wilson, analista de Markets.com

Según este experto, todavía es pronto para saber si esta inversión de la curva es una señal fiable de otra recesión en EEUU. Por el momento, los datos de la economía americana son sólidos, pese a que la actual expansión económica se ha convertido en la más larga de la historia estadounidense y, en algún momento, tendrá que acabar en una recesión.

“Indudablemente es una posibilidad, aunque debemos advertir que hasta ahora los datos de EEUU han sido bastante sólidos frente a los vientos en contra globales y las políticas comerciales de la Casa Blanca”, señala Wilson. No obstante, también añade que “es una señal de venta de activos de riesgo y debería ejercer una presión adicional sobre las bolsas”. En Reino Unido, también se ha producido esta inversión de la curva de tipos.

Ted Bauman, economista de Banyan Hill Publishing, comenta que los riesgos de una recesión global en los próximos doce meses han aumentado “de manera significativa”. En su opinión, la guerra comercial entre EEUU y China, junto al caótico proceso del Brexit, son los dos principales factores que amenazan al crecimiento mundial. Según Bank of America Merrill Lynch, la inversión de la curva suele producirse 15 meses antes de que la economía caiga en recesión.

“En un entorno como este, las empresas retrasan sus planes de inversión, lo que afecta a la economía y perjudica a países exportadores como Alemania y China. Eso, a su vez, presiona a otras economías, como los proveedores de componentes y materias primas de los mercados emergentes”, explica Bauman.

Desde Citi, consideran que el retraso hasta diciembre de algunos aranceles planteados por EEUU a las exportaciones chinas “reduce el ritmo en la escalada de tensiones comerciales”, pero al mismo tiempo “extiende su potencial duración”. Así, Citi señala que “la incertidumbre seguirá afectando a las perspectivas” de crecimiento y que hay “potencial para una escalada adicional”, ya que “las guerras comerciales se transforman en guerras de divisas”.

Por su parte, Bauman añade que “estamos viendo una huelga de inversión por parte de las empresas globales en respuesta a la acumulación de desorden político en todo el mundo. Ese no es un problema que la política monetaria pueda resolver. Y con varias crisis en los sistemas políticos de países clave, no parece haber una solución a corto plazo”.

Para Bank of America Merrill Lynch, “el mercado de acciones ha entrado en el tiempo de descuento después de que la curva de rendimientos se haya invertido”. Esto no quiere decir que Wall Street no pueda seguir subiendo. Según estos analistas, tras una caída inicial al descontar la inversión de la curva, el S&P 500 “puede recuperarse significativamente antes de registrar una gran caída relacionada con la recesión”.

Por su parte, los expertos de TD Securities han extendido su previsión para la caída del rendimiento del bono a 10 años hasta el 1,35% desde el 1,6%. Además, consideran que hay “espacio para que los rendimientos caigan aún más” porque “el S&P 500 está sólo a un 6% de máximos históricos, por lo que hay riesgo de caídas en las bolsas debido a la escalada de la guerra comercial, que exacerba la búsqueda de activos refugio”. Pimco, uno de los mayores inversores del mercado de bonos, anticipa que la rentabilidad de los bonos americanos será negativa por las futuras rebajas de tipos de la Fed.

Por último, según S&P Global Ratings, el retraso de algunos aranceles planificados para los productos chinos diferirá un aumento significativo en los precios de los productos tecnológicos de EEUU. “Sin embargo”, añade la agencia, “el respiro será corto, dada la incertidumbre política que continuará arrastrando el sentimiento comercial y el crecimiento económico”.

Como conclusión, los expertos de Bank of New York Mellon comentan que "la disminución gradual y global de los rendimientos reales de la deuda es generalizada y significativa en magnitud. Esta es una señal preocupante de que los inversores en bonos esperan un crecimiento débil en todo el mundo".

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