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Company photo, copyright BP

El petróleo sigue cayendo pese a una tensión geopolítica -con el estallido de la guerra entre Israel y Hamás- que, en un primer instante, se temió que pudiera disparar los precios. Frente a esto, octubre fue un mes de descensos (-6%) y noviembre sigue marcado por los retrocesos en el crudo.

En lo poco que llevamos de mes, el barril Brent y el WTI se dejan otro 6%, respectivamente. Desde los máximos anuales de finales de septiembre, ambos pierden alrededor de un 20%.

El Brent, que hace dos meses tocaba 96 dólares, lucha ahora por no abandonar los 80 dólares, mientras que el WTI hace ya rato que dejó atrás ese nivel y ahora cotiza en torno a los 75 dólares el barril.

¿CABE ESPERAR UNA REACCIÓN AL ALZA TRAS LAS CAÍDAS?

La pregunta que cabría hacerse es, si tras los descensos, podría producirse un rebote, aunque sea técnico. La respuesta de los expertos es que los recortes seguirán dominando el mercado de crudo por una razón: ha vuelto la preocupación por los fundamentales y, con concreto, por la debilidad de la demanda.

“Aunque existe el riesgo de un repunte repentino debido a noticias geopolíticas, (…) la retórica de una demanda en desaceleración seguirá superando las preocupaciones por el suministro y mantendrá al mercado en aguas bajistas”, escribe Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.

En este sentido, destaca cómo ni la guerra en Gaza, ni las advertencias iraníes de que el conflicto podría intensificarse y extenderse a la región, ni el recordatorio de la OPEP y Rusia de que mantendrán los niveles de producción ajustados hasta finales de año han podido evitar las ventas de octubre y principios de noviembre.

Para Norbert Rücker, economista Julius Baer, parece claro que los precios del crudo continuarán bajando en los próximos meses. Como Ozkardeskaya, dice que el mercado ha dejado a un lado los riesgos geopolíticos para volver a centrarse en las realidades fundamentales. “La abundancia de la oferta, el aumento de la producción y el estancamiento de la demanda crean un contexto general poco favorable”, remarca este economista.

ÚLTIMA CAÍDA POR LOS DATOS MACRO DÉBILES

Las últimas fuertes caídas en el crudo de esta semana de nuevo han estado motivadas por el temor a una demanda más débil tras conocerse los datos macro chinos más recientes, junto a los de otros países, tal y como escribe Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management.

Los últimos datos de inflación, publicados este jueves, mostraron que China sigue en deflación, ejerciendo una mayor presión a la baja sobre los precios del petróleo.

Antes de esto, a principios de semana se conocieron las exportaciones chinas, que supusieron un 'jarro de agua fría'. Así, las exportaciones del gigante asiático de octubre han caído por sexto mes consecutivo, un 6,4% en comparación con el año anterior. Esta disminución en las exportaciones se debió principalmente al deterioro de los envíos a socios comerciales en Europa y América del Norte.

"Dado que China es una economía orientada a la exportación que depende en gran medida de las exportaciones manufactureras, esta caída en el volumen de comercio destaca desafíos externos persistentes para el crecimiento económico en Asia. También crea incertidumbre sobre las perspectivas de demanda en los mercados petroleros en los próximos meses de invierno", advierte Innes.

A esto se suma que las preocupaciones sobre la deteriorada demanda en las economías occidentales se vieron agravadas por datos de Alemania, que revelaron que la producción industrial en la economía más grande de Europa ha disminuido por cuarto mes consecutivo en septiembre.

Además, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) realizó una predicción, pronosticando el "consumo per cápita más bajo de gasolina en dos décadas" para 2024, lo que indica una disminución en la demanda nacional de productos de petróleo refinado a medida que los vehículos eléctricos siguen ganando atractivo.

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