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La volatilidad que ha experimentado la libra durante la jornada decisiva del proceso del Brexit de este martes seguirá gobernando la operativa de la moneda hasta después de la votación de la moción de censura a la que se enfrenta la primera ministra británica, Theresa May, este miércoles. Tras la histórica derrota que su acuerdo de divorcio con la Unión Europea (UE) obtuvo en el Parlamento Británico, el líder laborista, Jeremy Corbyn, ha impulsado un nuevo desafío a su liderazgo que se votará a las 20:00 horas (hora española).

El cable (libra/dólar) opera sin apenas cambios esta jornada, en la zona de los 1,2850 dólares, después del rally protagonizado en la noche del martes. La moneda se había depreciado más de un 1% en la jornada por debajo de los 1,27 dólares, después de empezar el día cerca de los máximos de siete semanas alcanzado el lunes. Pero después de conocerse el estrepitoso rechazo de los diputados al trato alcanzado entre Londres y Bruselas en noviembre, los inversores empezaron a bombear compras en la divisa. El movimiento de ida y vuelta en el euro/libra fue similar. La libra se desplomó hasta las 0,8985 unidades contra la moneda comunitaria para recuperarse hasta las 0,8550 libras, donde se halla ahora.

"Al parecer, los operadores están considerando que el resultado está allanando el camino para una extensión del plazo del Artículo 50, en lugar de aumentar las posibilidades de un Brexit sin acuerdo, y esto ha provocado la recuperación de la libra", afirma David Cheetham, analista de XTB.

Pero los expertos también creen que las ganancias en la moneda se verán limitadas por el nuevo brete parlamentario de la líder conservadora. "La libra ha sobrevivido, ¿lo hará Theresa May?", se pregunta Jasper Lawler, analista de London Capital Group. El analista se inclinan porque "'Theresa Felina May' use otra de sus siete vidas para superar la moción de los laboristas". Aunque la moneda seguirá atada en corto ya que el problema sigue siendo el mismo: la 'premier' tiene hasta el lunes para presentar un plan alternativo, que después de que el anterior recibiera menos respaldos de los esperados, tampoco tiene garantías de salir adelante.

El resultado de la votación ha supuesto un duro varapalo para May, que ahora tiene tres días para presentar un plan alternativo, ya que 432 parlamentarios (118 de ellos conservadores) han votado en contra y tan sólo 202 a favor. Por partidos, 196 conservadores, tres laboristas y tres independientes han respaldado a May y 248 laboristas, 118 'tories', 35 diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP), once liberal demócratas, diez legisladores del Partido Unionista Democrático (DUP), cuatro parlamentarios galeses, un 'verde' y cinco independientes han dicho 'no'.

Para encontrar un rechazo tan contundente de los diputados británicos a las medidas emanadas de Downing Street hay que remontarse hasta 1924, cuando el Gabinete de Ramsay MacDonald sufrió una serie de varapalos parlamentarios, el mayo de ellos por un margen de 166 votos.

Por este motivo, si el Gobierno sobrevive al nuevo trámite parlamentario, "la incertidumbre actual sobre la política del Brexit podría persistir, pero al menos el tiempo necesario para una elección general no se perdería", indican los expertos de HSBC. Para estos analistas, "el Ejecutivo consevador puede pivotar hacia una estrategia alternativa para evitar el 'no acuerdo', habiendo visto que su propuesta actual se enfrenta a una oposición mayúscula".

En tal caso, esperan "un cambio claro y decisivo hacia una política, probablemente en el extremo más suave del espectro Brexit, tendrá posibilidad de abrirse camino en el parlamento". Y en este contexto, la libra se verá reforzada.

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