El mercado de las divisas ha acaparado la atención de los inversores después del ‘infierno’ que se ha desatado sobre el peso argentino, que toco un mínimo jamás visto en los 41,00 pesos por dólar el jueves, en medio de una oleada de aversión al riesgo que manchó al dólar. La crisis de la moneda latinoamericana se inició en el país, pero las noticias que llegaron del frente de la guerra comercial entre China y EEUU aún exacerbaron más las ventas en los activos riesgosos, entre las que las monedas de los mercados emergentes ocupan un lugar destacado.
Aunque la noticia es la presión a la que se ha visto sometida la lira turca -además del ya mencionado peso-, que ha revivido sus peores días de agosto, y otras monedas como el real brasileño y el rand sudafricano han dejado nuevas caídas, no se puede obviar que el dólar ha visto crecer la presión compradora, que lo ha sacado del sopor de los últimos días. Así, el índice que mide el desempeño de la moneda de EEUU contra seis rivales ha roto una racha perdedora de cuatro jornadas y sube un 0,15%.
El ‘billete verde’ ha puesto en juego su rol como activo refugio ante las nuevas amenazas del presidente de los EEUU, Donald Trump. El republicano no quiere retrasar más su plan arancelario y quiere aprobar otros 200.000 millones de dólares en aranceles a importaciones chinas la próxima semana. Además, ha amenazado con salir de la Organización Mundial del Comercio (OMC) si no se trata mejor a Estados Unidos.
Tal y como adelanta Bloomberg, el presidente estadounidense quiere iniciar su plan arancelario en cuanto termine el periodo de consulta pública abierta para empresas y funcionarios sobre ello, y que finaliza este 6 de septiembre.
No obstante, las fuentes citadas por 'Bloomberg' afirman que el presidente aún no ha tomado una decisión definitiva, y es posible que la Administración Trump decida implantar los aranceles en tramos. Hasta ahora, Estados Unidos ha impuesto ya aranceles en importaciones chinas por valor de 50.000 millones de dólares.
EL EURO, CAMINO A CERRAR EL MES SIN CAMBIOS
El yuan, en cambio, no ha notado el golpe de estas amenazas y se mantiene estable sobre los 6,8 yuanes. En lo que al euro se refiere, lleva toda la semana batallando sobre los 1,17 dólares y va de camino a cerrar agosto sin cambios, a pesar de que la divisa única ha sido fuertemente vapuleada este mes, tras tocar sus mínimos anuales en los 1,13 dólares. Desde entonces, ha rematado un 3,4%.
La moneda parece no inmutarse, por ahora al repunta del bono Italiano a 10 años. El vicepresidente italiano, Luigi Di Maio, volvió a recordar que su gobierno podría incumplir los objetivos de déficit en 2019. El líder del movimiento 5 Estrellas insinuó en una entrevista que el país podría superar el 3% del déficit público establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, debido a sus objetivos de reformar el sistema de pensiones, implementar una tasa impositiva única y aumentar las ayudas a los desempleados.
Estas declaraciones “alertaron a los inversores de que el gobierno populista de Italia tendrá confrontaciones con sus socios de la zona euro y provocó una subida hasta el 3,2% en la rentabilidad exigida al bono italiano a 10 años, situándose en zona de máximos anuales”, señala David Pina, analista colaborador de Activ Trades La prima de riesgo subió hasta los 280 puntos básicos, que frente a los 162 donde inició el año, supone una subida del 71%.
La libra, por su parte, ha seguido un camino similar y, después de su rally del miércoles, impulsado por lo que el mercado interpretó como buenas noticias en torno al Brexit, también está en el rumbo correcto para cerrar el mes sin cambios en la franja de los 1,30 dólares.
