• Donald Trump podría ser la gran sorpresa
  • Hillay Clinton parte como favorita
  • Obama no puede presentarse ya que ha cumplido dos etapas
Casa Blanca, Estados Unidos

Se busca relevo a Barack Obama en la Casa Blanca, debido a que el actual presidente no podrá repetir como candidato, debido a la vigesimosegunda Enmienda que evita que el presidente en ejercicio pueda ser elegido para un tercer periodo de gobierno. Por lo tanto, la carrera electoral ya navega viento en popa hacia próximo el próximo 8 de noviembre de 2016, que será cuando se celebrará las 58ª elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América.

Pero para llegar a estas elecciones, primero hay que elegir a los candidatos. Y esto, se consigue mediante el proceso de primarias de los partidos: Demócratas y Republicanos. Este proceso comenzó el 1 de febrero y finalizará el próximo 14 de junio de 2016, extendiéndose entre los 50 estados, el Distrito de Columbia y los territorios de EE.UU.

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Este largo proceso para lograr nombrar al candidato de cada partido se realiza mediante una elección indirecta, donde los votantes o militantes de cada partido, emiten sus votos por una lista de delegados para una convención de nominación de un partido político. Estos delegados serán los encargados de elegir al candidato presidencial de su partido.

PARTIDO DEMÓCRATA: BERNIE SANDERS VS HILARY CLINTON

Tres candidatos partían el 1 de febrero de 2016 en la lucha por la candidatura republicana. El exgobernador de Maryland, Martin O’Malley, retiró su candidatura, y la batalla sería entre Hillary Clinton y Bernie Sanders para lograr la nominación del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos.

Por un lado, está Hilary Clinton, que sin duda la gran favorita en todas las encuestas de esta candidatura. En su currículum aparece que fue exsecretaria de Estado (2009–2013), exsenadora por el estado de Nueva York y ex primera dama (1992–2000).

Este historial también le han aportado diferentes borrones, como por ejemplo, el escándalo de los correos electrónicos durante su etapa en el Departamento de Estado y la crisis de Bengasi, investigada por el Congreso, parecen las únicas posibles amenazas a su carrera hacia la Casa Blanca.

Una candidata que según señala David Redolí, Presidente de la Asociación de Comunicación Política, a Bolsamanía es "tiene la experiencia y la moderación necesaria para poder convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos" aunque por otra parte considera que "le lastra un pasado tan dilatado en primera línea política".

Su rival, Bernie Sanders, es el actual senador de Estado de Vermont y, para todos los especialistas es una de las grandes sorpresas del Partido Demócrata, en esta campaña al haber logrado movilizar a un importante sector del electorado más progresista.

Bernie Sanders, es el actual senador de Estado de Vermont y, para todos los especialistas es una de las grandes sorpresas del Partido Demócrata

Para Redolí este candidato "ilusiona a los jóvenes y levanta esperanzas de que un cambio es posible. Representa la autenticidad de un candidato que está más a la izquierda de lo que se acostumbra en el espectro político norteamericano".

PARTIDO REPUBLICANO: LA SUPREMACÍA DE DONALD TRUMP

Las primarias republicanas de 2016 han acaparado grandes portadas por todo el mundo. Fueron 11 los candidatos que se presentaron en esta candidatura, y solo uno ha llegado hasta el final. Tras el abandono de Ted Cruz, ya no solo existe una opción posible hasta el 14 de junio para los militantes del partido republicano, y esa opción no es otra que Donald Trump.

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Este empresario multimillonario y estrella televisiva aspira a sus 68 años a la nominación republicana. Es presidente de la Trump Organization y fundador de la compañía de hoteles y de juegos de azar Trump Entertainment Resorts, que es ahora propiedad de Carl Icahn, además de ser el creador de grandes infraestructuras construidas a lo largo y ancho del mundo que llevan su nombre. Se valora que su fortuna se sitúa en torno a los 8.700 millones de dólares.

En los inicios de su campaña cargó contra la élite política estadounidense, basándose en su experiencia como empresario de éxito, y afirmó que sólo alguien como él, desligado a la política y sus falsas promesas, es capaz de reorientar el rumbo del país. Sus ataques a la inmigración, su limitación de los derechos sociales, entre diversas polémicas, han desatado una oleada de críticas. Pero, a pesar de ello, ha conseguido un gran respaldo por parte del electorado republicano.

Para David Redolí, Donald Trump es "un empresario metido a político con ideas muy peligrosas. Su extremismo dialectico y sus heterodoxos postulados canalizan el enfado, el descontento y el malestar de una parte enorme de la población estadounidense con el actual sistema económico que cada vez ahoga más a las clases medias" señala el experto en comunicación política.

ELEMENTOS EMOCIONALES EN LA CAMPAÑA ELECTORAL

Sin duda, el gran apoyo que ha otorgado el electorado estadounidense a opciones como Donald Trump y Bernie Sanders en estas primarias, demuestra que el escenario político que ofrece el legado de Obama está mucho más polarizado. Para David Redolí esto se debe a que “en EEUU se vive con más inseguridad vital y con menos perspectivas de progreso que hace treinta años. El modelo económico imperante desde los años '90 ha generado angustia y miedo entre masas muy importantes de norteamericanos, que se ven impotentes para mejorar económicamente. Esto genera frustración y radicaliza, inevitablemente, las posiciones políticas, introduciendo elementos muy emocionales en la campaña electoral”, señala el analista político, que considera “la erosión de la clase media” la clave de este fenómeno.

Por ello, cuando finalicen las primarias, el debate entre republicanos y demócratas analizará este modelo económico que ha llevado a EEUU a estar tan fragmentado ideológicamente y como efectuar su reforma para volver a épocas pasadas. “La devolución a la clase media de sus niveles salariales y de la mejora de sus expectativas vitales será un tema prioritario para ambos de cara a las elecciones, aunque con visiones opuestas”, concluye Redolí.

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