Ayuntamiento_Madrid

Las elecciones de este domingo han tenido "un aura inaugural", como ha escrito Santos Juliá, incluso para los viejos electores que han participado activamente en la construcción del régimen desde las primeras elecciones democráticas, allá por 1977. Parecería que estamos al fin de un camino y al comienzo de otro, cuando en realidad es la misma democracia la que se renueva a sí misma.

1.- Esta capacidad de autoregeneración debería confortarnos y darnos la certeza de que el basamento del modelo de convivencia es sólido. En cualquier caso, sería absurdo que pensáramos que avanzando hacia el pluripartidismo resolveremos todos nuestros problemas: el sistema representativo es un medio, no un fin.

Con los datos electorales conocidos, puede confirmarse que ha pasado el tiempo de las mayorías absolutas.

2.- Con los datos electorales conocidos, puede confirmarse que ha pasado el tiempo de las mayorías absolutas. Y como no los partidos ‘nuevos’ regatearán los pactos todo lo que puedan, parece evidente que en los ayuntamientos, la norma será el gobierno de la formación más votada (como es sabido, la alternativa a esta posibilidad es una coalición con mayoría absoluta). En las comunidades autónomas, la formación de alianzas será trabajosa y la llave estará sobre todo en manos de Ciudadanos, que puede pactar por babor y por estribor.

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La otra tendencia clara que marcan estas elecciones es el vuelco a babor: si el PP ganaba al PSOE por más de diez puntos porcentuales hace cuatro años, ahora la distancia no llega a dos puntos. Además, entre Podemos y Ciudadanos se produce una clara asimetría: Podemos ha conseguido una representación más elevada que Ciudadanos en las instituciones a las que se ha presentado (como se sabe, Podemos no ha ido con sus siglas a las municipales).

3.-Los sociólogos habían calculado que la participación subiría unos cinco puntos porcentuales con relación a las pasadas autonómicas y locales por la masiva participación de los jóvenes. Los resultados desmienten este superior interés de un estrato poblacional determinado (a menos, claro está, que hayan votado más jóvenes y al mismo tiempo se hayan quedado en caso más votantes maduros). Al cierre de las urnas, la participación era muy cercana a la de 2011, aunque la participación había superado la de hace cuatro años en ocho puntos en Barcelona y en tres en Madrid.

4.-Madrid, el signo de la crisis del PP

El PP, podría no gobernar ni en el ayuntamiento ni en la comunidad de Madrid. En la región, ha ganado la candidata popular, Cristina Cifuentes, pero muy lejos de la mayoría absoluta por lo que serán necesarios pactos. En Madrid capital, Esperanza Aguirre, con su bulliciosa campaña, tan sólo ha ganado por un escaño a Manuela Carmena (21 a 20). En este caso, parece probable una alianza del PSOE (9 escaños) con “Ahora Madrid” (20), la formación de izquierda radical en que participa Podemos, sin que Ciudadanos (7 escaños) pueda ofrecer al PP una coalición alternativa por insuficiente.


5.-Valencia, Barcelona, capitales de provincia

El varapalo de las mayorías salientes ha sido notorio: el PP sigue en cabeza en la comunidad autónoma pero ha perdido 25 escaños y ya no alcanza la mayoría absoluta con Ciudadanos, por lo que previsiblemente Fabra no seguirá gobernando.

En Valencia, Rita Barberá consigue la mayoría, pero con sólo 10 escaños de los 33 que forman el consistorio. 9 concejales consigue Compromís, 5 el PSOE y 6 Ciudadanos; con este resultado, es altamente improbable que gobierne el PP.

En Barcelona, el soberanismo se ha derrumbado con estrépito, para desesperación de Artur Mas, quien podría cancelar las elecciones del 27S, que llevarían a CiU a la catástrofe. Ada Colau, de Barcelona en Comú, ha ganado a Xavier Trias: más de tres puntos porcentuales y un escaño.

El PP ha perdido la mayoría absoluta en prácticamente todas las capitales de provincia andaluzas y castellano-leonesas, por lo que en todas ellas serán necesarias alianzas.

En Euskadi, Bildu se hunde y pierde la alcaldía de San Sebastián, el PNV se alza ganador en Donostia y se sitúa al frente de las Juntas de las tres provincias. El PP conserva la alcaldía de Vitoria.

6.-Otras Comunidades Autónomas.

En Castilla-La Mancha, Castilla-León, Asturias, Aragón, Baleares, Murcia, Cantabria, Rioja... el PP ha perdido la mayoría absoluta y será necesario negociar. En Extremadura, el PSOE ha sido la lista más votada, con 30 escaños, mientras el PP ha obtenido 27. Podemos obtiene 6, Ciudadanos 1 e Izquierda Unida desaparece del parlamento.

En Asturias, el PSOE ha revalidado la mayoría (14 escaños), seguido por el PP (11). Podemos se convierte en tercera fuerza (9), IU mantiene sus 5 escaños, Ciudadaos logra 3 y Foro Asturias se desploma y obtiene sólo 3.

En Navarra, gana UPN con 15 escaños en un parlamento muy fragmentado con Geroa Bai (9), Bildu (7), Podemos (7), PPN (2) y Izquierda-Ezquerra (2). La izquierda abertzale podría gobernar…


7.-Conclusiones: el PP consigue mantenerse muy ajustadamente como primera fuerza estatal en las elecciones municipales, pero Ciudadanos no ha logrado los resultados que esperaba, lo que parece dar, a falta de mayores y más rigurosos análisis, cierta ventaja a la izquierda que se nutre de un recuperado PSOE y de un Podemos emergente, que obtiene mejores resultados que la formación de Rivera.

Las formaciones emergentes tienen ahora que dar pruebas de su madurez y de su utilidad brindando a los electores opciones de gobernabilidad que rentabilicen las aspiraciones colectivas. No se entendería ni la frivolidad en la decisión ni la inhibición en las instituciones, y cualquier error que se cometa ahora se pagará duramente en las próximas elecciones generales, que están a la vuelta de la esquina.

Antonio Papell

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