• El Secretariado Nacional de la CUP ha convocado un consejo político este sábado
  • El grupo quiere que las bases sigan valorando los avances del proceso
anna gabriel cup

La CUP ha convocado a sus bases este sábado en Artés (Barcelona) para valorar el estado de las negociaciones que mantienen con Junts Pel Sí sobre los Presupuestos de la Generalitat y sobre los cuáles no hay todavía un documento cerrado, según explica Europa Press.

Revertir recortes, redistribuir la riqueza y dar pasos firmes para la ruptura

La CUP ha explicado que las reuniones con la Conselleria de Economía continúan y "hay diversas propuestas sobre la mesa con puntos de encuentro y diferencias en algunos aspectos". La CUP insiste en reclamar al Govern que preside Carles Puigdemont "pasos claros para revertir recortes, redistribuir la riqueza y dar pasos firmes para la ruptura", en referencia implícita a la independencia de Catalunya. La formación justifica la convocatoria de este consejo político para que las bases sigan valorando el momento político, los avances y la situación general del proceso.

La CUP continua exigiendo que se incremente la presión sobre las rentas más altas y propone dos medidas al gobierno catalán: rebajar o eliminar el mínimo exento, favoreciendo así a las rentas medias y bajas; y subir los tipos impositivos de los tramos más altos.

Además, según adelanta este jueves Nació Digital, la CUP ha elaborado un documento que discutirá con sus bases, en el que propone incrementar el gasto, el aumento de la presión fiscal a rentas altas y otras medidas relacionadas con las privatizaciones y la lucha contra la corrupción.

CREACIÓN DE NUEVAS TASAS

En aras de conseguir una mayor recaudación, buscan consenso en la creación de nuevas tasas. Así, crearán un nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas por entender que son un perjuicio para la salud equiparable al tabaco.

Ambas formaciones han recuperado una propuesta de 2012, de la época de Artur Mas, que pretendía que Cataluña siguiera la estela de países como el Reino Unido, Irlanda o Hungría y penalizar fiscalmente los refrescos con azúcar. Si bien hace cuatro años la propuesta parecía ridícula, la alerta hacia los efectos nocivos del azúcar ha sensibilizado más a la población y ahora se ve con mejores ojos.La CUP también acepta esta propuesta porque las víctimas del nuevo impuesto son, principalmente, multinacionales.

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