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Mary Lou McDonald, líder del Sinn Fein, celebra el resultado electoral.

De posibles elecciones anticipadas en Italia a posibles nuevas elecciones en Irlanda. El populismo, y los problemas políticos que entraña para la Zona Euro, vuelve con fuerza en este 2020. Se convierte así en una fuente añadida de incertidumbre para las bolsas que viene a sumarse al problema que ahora se percibe como principal: la crisis por el coronavirus.

Sin embargo, y pese a que hoy por hoy todo gira en torno a China, no debe subestimarse el impacto de la inestabilidad política en Europa en los índices. En pleno proceso de negociación con Reino Unido, y mientras el Banco Central Europeo (BCE) sigue clamando en el desierto para que los distintos Gobiernos apliquen estímulos fiscales y lleven a cabo reformas estructurales, el auge evidente de los populismos en varios e importantes países de la Zona Euro no augura nada bueno.

En Irlanda, y después de que el Sinn Féin haya finalizado como segunda fuerza más votada (ha logrado 37 escaños frente a los 38 del Fianna Fail), los expertos hablan de un periodo largo hasta que se consiga formar Gobierno. S&P no descarta, incluso, unas nuevas elecciones dado que, para que se constituya el Gobierno, al menos dos de los tres partidos más votados tendrían que alcanzar una coalición, con el apoyo añadido de partidos más pequeños. "Es probable que el proceso de formación de un nuevo Gobierno sea prolongado, y no se puede descartar la posibilidad de nuevas elecciones. De momento, el resultado de las elecciones del 8 de febrero no tiene un efecto inmediato en nuestra calificación de 'AA-' sobre Irlanda", explica la agencia.

Los expertos temen que la irrupción del Sinn Féin acabe suponiendo la implementación de medidas fiscales que se alejen de la senda marcada por Europa. "Sin embargo, Irlanda está económicamente en una posición fuerte y los partidos Fianna Fail y Fine Gael, de centro-derecha, seguirán jugando un papel importante en la política y, por lo tanto, tendrán una influencia moderadora significativa", apuntan desde RaboBank.

En Alemania, la sucesora de Angela Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, no se postulará a la Cancillería precisamente por el acercamiento entre su partido, la CDU, y el partido populista de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). Se espera que ahora pugnen por ocupar el puesto de canciller Armin Laschet, Jens Spahn y Friedrick Merz. Los dos últimos candidatos parecen especialmente dispuestos a desplazar a la CDU hacia la derecha y alejarla del centro. No debe olvidarse la ideología euroescéptica del AfD.

David Madden, analistas de CMC Markets, opina que lo ocurrido en Alemania "añade un poco más de inestabilidad política a la Zona Euro" en un momento complicado. Además, considera que los inversores tienen miedo a que el nuevo Gobierno en Dublín "no sea tan amigable con los negocios" dada la irrupción del Sinn Féin.

En Italia, la reforma del sistema judicial se ha convertido en una nueva amenaza para la ya de por sí débil coalición de Gobierno. El ex primer ministro, Matteo Renzi, y su partido Italia Viva, no apoyan la decisión de otros partidos de la coalición de Gobierno sobre el estatuto de limitación y los tiempos en los que una persona enjuiciada debe permanecer en la cárcel hasta que se alcance el veredicto final. Pese a esta nueva amenaza al Ejecutivo de colación, los analistas creen que Renzi no tomará medidas que pueden llevar a unas nuevas elecciones teniendo en cuenta que las encuestas apuntan al populista líder de ulta-derecha, Matteo Salvini, como claro vencedor.

COMO EN ESPAÑA

RaboBank compara lo que está ocurriendo en Irlanda o Alemania con lo sucedido en España. "Es algo muy similar", comenta. "Los partidos populistas están obteniendo ahora una parte demasiado grande de los votos como para ignorarlos o excluirlos deliberadamente del Gobierno. Al mismo tiempo, los partidos tradicionales se niegan a convertirse en populistas", apuntan.

"La otra opción es, por supuesto, que los partidos dominantes se vuelvan más populistas; ejemplos de ello son el Reino Unido y Austria", añaden.

En España, Podemos, de izquierdas y también considerado populista, forma parte del Gobierno en coalición con el PSOE. Por otro lado, VOX, de extrema derecha, es la tercera fuerza más votada por detrás del propio PSOE y del PP. En principio, la irrupción de Podemos en el Gobierno fue recibida con nerviosismo por el mercado. A día de hoy la calma se mantiene. Mientras unos apuntan que Podemos ha moderado sus planteamientos, otros temen que el Gobierno acabe alejándose más de la cuenta de lo que le pide Europa. En todo caso, como ocurriría con Irlanda, la mayoría de expertos siguen recalcando que España será capaz de capear su actual situación política gracias a su fortaleza económica... de momento.

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