Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, e Irene Montero, ministra de Igualdad, han expresado su malestar a través de Twitter, tras abandonar sus vacaciones en Asturias por las amenazas e insultos que estaban recibiendo. “No hay derecho a que mis hijos tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres, pero hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables”, ha lamentado Iglesias.
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La pareja y sus tres hijos estaban pasando las vacaciones en una casa de la familia del secretario general del PCE, Enrique Santiago, situada en la localidad de Felgueres donde planeaban quedarse más días. Pero tras publicarse su ubicación en las redes sociales y desencadenarse las protestas, decidieron regresar a Madrid.
El líder de Podemos ha calificado de "grave" lo que "la extrema derecha y ciertos medios" están haciendo a su familia. "Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso", ha manifestado.
En su hilo de Twitter también ha mostrado gratitud hacia todas las personas que los están apoyando, con mención específica a Enrique Santiago y su familia por ser "los mejores anfitriones". Asimismo, Iglesias ha destacado la labor de los policías que los escoltan: "Cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano".
"Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo", ha señalado refiriéndose a la "ultraderecha y sus medios". "El ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente que no tiene miedo al fascismo, es para nosotros la mayor motivación para continuar", ha concluido Iglesias.
Por su parte, Irene Montero también se ha pronunciado en Twitter expresando su agradecimiento a todos los que los arropan con el hashtag #MiCasaEsLaTuya. "La extrema derecha y sus medios saben que solo con miedo y odio pueden frenar el avance de la democracia y los derechos sociales. Su agresividad es su debilidad", ha declarado.
Además, ha recordado que: "No hace tanto que por ser de izquierdas, sindicalista, por defender la democracia o por ser homosexual, la extrema derecha te perseguía". "Los avances sociales y democráticos siempre tienen enemigos. Frente al odio: justicia social y democracia", ha sentenciado.
