Carlo Cottarelli ha asegurado sentirse "aliviado" tras la formación de un nuevo Gobierno en Italia, en un escenario que ha evitado unas elecciones que habrían significado un "plebiscito" público sobre el euro y que habría situado al país frente a una grave crisis institucional que los mercados no habrían perdonado.
En una entrevista concedida a 'El País', el ex miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha achacado este sentimiento de euroescepticismo en Italia a las dificultades que la economía transalpina ha encontrado para "adaptarse" a la moneda única y la pérdida de competitividad sufrida frente a Alemania. No obstante, ha reconocido que el coste del 'Italexit' sería alto, perjudicando gravemente a los salarios y la reestructuración de su deuda.
Preguntado sobre el veto del presidente Sergio Mattarella al polémico Paolo Savona, situación que le puso al frente de un eventual Ejecutivo tecnócrata, Cottarelli elogió a su colega, aunque reconoció que su radicalización y postura anti-europeísta le incapacitó para asumir la cartera económica. Aunque no opina lo mismo del nuevo Gobierno de Giuseppe Conte, quien aún tiene que probar la viabilidad de crecer a través del déficit y no mediante una menor deuda, algo que en condiciones actuales "es peligrosísimo".
La idea de aplicar una tarifa única del IRPF e implementar una renta básica a la población muestra una tendencia alcista para el déficit italiano, que expondrá a la economía a "riesgos muy elevados" pese a que no se hagan efectivas estas medidas "de golpe". "Si volvemos a las políticas de déficit de los años 70 y 80 será solo el retorno al lugar donde empezó el problema", explicó Cottarelli.
Por último, el 'cuasi' primer ministro aseguró que diseñó un Gobierno técnico con profesores y directivos de empresas, cuya misión de guiar al país hacia unas elecciones debía ser conducida de la "manera más imparcial" posible. No obstante, reconoció la complicación de la tarea "con la prima disparada y sin el apoyo del Parlamento". Asimismo, valoró la valentía de Mattarella, quien se mantuvo "tranquilo" en todo momento, "convencido de hacer lo que hiciera falta por el país" bajo los límites de la Constitución.
