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China y EEUU han firmado, por fin, el acuerdo comercial de Fase 1, y ahora los mercados se preguntan cuándo empezarán a negociar la Fase 2. Son muchas las expectativas puestas en esta nueva ronda de negociaciones, aunque Donald Trump se ha encargado de rebajarlas... hasta que pasen las elecciones presidenciales de noviembre. Será en ese momento cuando comiencen de verdad las negociaciones, y los expertos auguran que se pasará entonces de la guerra comercial a la guerra tecnológica.

Esa es la previsión que hacen los expertos de Bank of America, que creen que pese a la relajación de las tensiones derivadas del enfrentamiento entre EEUU y China que se producirá como consecuencia de la firma, no hay que bajar la guardia. "Dada la probabilidad de que el conflicto entre Pekín y Washington vuelva a intensificarse después de las elecciones presidenciales", la entidad estadounidense cree que la guerra comercial se convertirá en una guerra tecnológica que devolverá la incertidumbre a los mercados.

Y es que ambas potencias han dejado para esta segunda fase de las negociaciones los temas más espinosos. Por ejemplo, EEUU y China tendrán que hablar sobre las políticas industriales del gigante asiático (con especial atención a las subvenciones), pero también sobre la posibilidad de que se dé un trato igualitario a las empresas estadounidenses en el mercado chino, lo que supondría eliminar las barreras no arancelarias existentes.

También han acordado negociar una mayor apertura de China en áreas como Internet, datos o el sector servicios, además de seguir recortando los aranceles impuestos por ambas partes durante la escalada de las tensiones. Asimismo, deben pactar el mecanismo de aplicación de todo lo acordado hasta el momento.

Temas todos ellos que pueden desatar nuevas tensiones. Por eso desde Bank of America aconsejan un cambio total en las carteras de cara a este 2020. Ha modificado su consejo sobre varios sectores, de forma que ha pasado de sobreponderar a neutral en el caso del tecnológico, o de neutral a sobreponderar en el caso del industrial, precisamente por cómo incidirá en ellos la marcha de las conversaciones entre Pekín y Washington. Los expertos de la entidad han mejorado al sector industrial por los indicios que apuntan a que se está llegando a un "punto de inflexión" en el sector manufacturero (que ha tenido muy mal desempeño en los últimos meses) y por los avances entre las dos potencias.

En cambio, la expectativa de que la guerra comercial se convierta en una guerra tecnológica hace menos atractivos, a ojos del equipo de análisis de Bank of America, las acciones del sector de la tecnología. Entre los títulos que aconseja comprar sin pensárselo están también aquellos relacionados con el sector financiero, los de empresas de consumo discrecional o los de compañías de servicios públicos.

Con un consejo de neutral mantienen al sector de servicios de comunicación, el de sanidad y el de energía, y aconsejan infraponderar el inmobiliario, el de productos de consumo básicos y el de materiales.

EL FIN DE LA INVERSIÓN TAL Y COMO LA CONOCEMOS

Afirman también los expertos de Bank of America que dadas las macrotendencias que afectan a los mercados, todo apunta a que "la inversión tal y como la conocemos llegará a su fin". Y es que la localización, en contraposición a la globalización, tendrá importantes implicaciones en el crecimiento global. Ha empezado la transición a unos "vínculos económicos locales y regionales más sólidos después de tres décadas de crecimiento económico alimentados por los beneficios de la globalización", dice el banco.

Asimismo, el equipo de análisis de la entidad estadounidense espera cambios en el comportamiento de las compañías por la "influencia del capitalismo moral", de forma que se pasará de buscar beneficios a corto a crecimiento a largo plazo. "Los criterios ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno) ayudarán a identificar los casos de crecimiento a largo plazo", dice Bank of America.

Por último, apunta que las acciones superarán "con facilidad" a la renta fija en 2020, por lo que la idea tradicional de destinar el 60% de la cartera a acciones y el 40% a bonos "no parece que vaya a poder sobrevivir". Este año los expertos del banco esperan ganancias modestas en las bolsas de EEUU y mayores subidas fuera del país. "Los mercados emergentes y Europa podrían ofrecer más repuntes que Wall Street", comentan. De hecho, señalan que se están produciendo "tres rotaciones estratégicas" que apuntan a un cambio en las inversiones: del crecimiento al valor (growth/value), de las empresas de mayor capitalización a las de menor capitalización, y de EEUU al resto del mundo.

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