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Tibia respuesta de los mercados a la moción de confianza planteada por los tories contra Boris Johnson. El primer ministro británico logró superar la votación, aunque con un conteo más ajustado de lo previsto. Muchos miembros de su partido no quieren que siga tras el escándalo del 'partygate', es decir, por las fiestas que se organizaron en Downing Street en plena pandemia de Covid-19, aunque de momento Johnson seguirá como inquilino del número 10. El 'premier', y su futuro, no preocupan tanto como el devenir de la economía de Reino Unido.

"La libra apenas reaccionó al resultado de la votación de confianza. Los mercados están más preocupados por la dirección de la economía del Reino Unido y los intentos del Banco de Inglaterra por solucionar la situación", indican los expertos de CMC Markets en su informe diario.

Y no solo la libra ha mostrado una respuesta tímida. Como explica Sophie Lund-Yates, analista jefe de renta variable de Hargreaves Lansdown, "el FTSE 100 ha superado en gran medida el drama político de la votación de censura, evitando una reacción dramática".

En su opinión, "la agitación política siempre deja una huella en la confianza de los inversores británicos, pero el alcance de los movimientos del mercado dependerá de la rapidez con la que se ponga fin a la saga". Como explica, "todavía hay mucha incertidumbre sobre la estabilidad del gobierno actual, y hasta que no desaparezca ese nerviosismo, el mercado tendrá dificultades para encontrar su sitio".

Ahora se especula con que el resultado de la votación podría acabar debilitando aún más la economía si el primer ministro toma medidas para reforzar su posición política entre el partido. "Esto podría incluir una postura más dura hacia la UE en términos de comercio y el protocolo de Irlanda del Norte, y mediante el recorte de impuestos que añadiría presión a la inflación y también al Banco de Inglaterra para que suba más los tipos de interés", opina Lund-Yates.

Desde Rabobank apuntan que "al igual que los sondeos de opinión muestran que el público del Reino Unido quiere deshacerse de este gobierno, pero sigue aquí, el partido tory quiere deshacerse de Johnson, pero sigue aquí, por ahora. Sin embargo, parece herido de muerte" y ahora los expertos de la entidad holandesa ven posible "que se vaya antes de un año".

"Aunque Johnson salió victorioso, el desencadenamiento de la votación de confianza en sí misma junto con el hecho de que el 41% de los diputados tories no le apoyan son hechos políticamente corrosivos que dejan al primer ministro herido. La historia sugiere que esto podría marcar el principio del fin de su tiempo como 'premier'", destaca por su parte Victoria Scholar, responsable de inversiones de Interactive Investor.

Es más, señala que "dado que los mercados odian la incertidumbre por encima de todo, el hecho de que la libra esterlina subiera el lunes por la mañana después de que se desencadenara el voto de censura habla de la falta de popularidad de Johnson entre los inversores".

Asimismo, los estrategas de JP Morgan también creen que a pesar de que Johnson ha prometido "seguir golpeando" y es probable que siga en su puesto a corto plazo, "la votación arroja importantes dudas sobre su permanencia como líder". Como apuntan, "suponiendo que pueda ganar suficiente tiempo", el resultado (211 votos a favor y 148 en contra, es decir, que un 41% de sus diputados se han rebelado contra él) "aumenta la posibilidad de que la política fiscal se flexibilice aún más en un intento de revertir la situación. Si no es así, podría verse obligado a abandonar el cargo y los conservadores elegirían un nuevo líder (y, por tanto, un nuevo primer ministro)".

En Berenberg, por su parte, destacan que ha sobrevivido pero tiene su autoridad "disminuida". Creen los analistas de la firma alemana que "se avecinan tiempos ruidosos" porque ahora los diputados rebeldes "podrían amenazar con paralizar la agenda legislativa del gobierno, lo que debilitaría aún más la posición de los conservadores en las encuestas y aumentaría la presión sobre Johnson".

¿QUIÉN PODRÍA SUSTITUIR A JOHNSON?

"Para contrarrestar este movimiento, es de esperar que Johnson lleve a cabo una importante remodelación de su gobierno para tratar de apuntalar el apoyo y recuperar su control sobre el partido", destacan. No obstante, también creen que lo ocurrido le ha "debilitado" mucho, por lo que en Berenberg hacen sus apuestas sobre cuál podría ser el sucesor de Boris Johnson en caso de que todo esto acabe sacándolo de Downing Street.

Hay cuatro conservadores que, por ahora, lideran las apuestas (en este orden):

1. Jeremy Hunt

Acérrimo pro-UE, Hunt perdió frente a Johnson en la elección de liderazgo de julio de 2019. Es el actual presidente del Comité Selecto de Salud y Atención Social. Es visto como una apuesta segura -el anti-Boris- al haber ocupado varios puestos en el gabinete desde 2010. Social y económicamente liberal, con él no habría grandes cambios en la dirección de la política económica del Reino Unido. Buscaría un tono más constructivo con la UE, pero mantendría una línea dura contra Rusia. Y aunque los votantes de centro-izquierda y centro-derecha le darían la bienvenida, los conservadores de base pro-Brexit podrían estar descontentos al ver a Hunt como una desventurada Theresa May 2.0.

2. Liz Truss

La conservadora reconvertida en brexiteer podría avivar las tensiones entre el Reino Unido y la UE para demostrar sus credenciales. Probablemente sea la aliada más veterana de Boris, por lo que podría ser un punto de encuentro para sus (antiguos) partidarios. Actualmente es Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo. Su objetivo sería convertirse en una Thatcher 2.0: seguiría una línea dura contra Rusia, trataría a la UE con recelo y cortejaría a Washington. Con ella, es probable que se produzcan recortes de impuestos y desregulación; es muy apreciada por los miembros de base del partido pro-Brexit. A veces es propensa a la falta de detalles en cuestiones clave, se le considera eficaz a la hora de impulsar políticas.

3. Tom Tugendhat

Es el más destacado de los outsiders. Podría ser visto como un nuevo comienzo para un partido sumido en el escándalo por el 'partygate'. Pro-UE, es presidente del Comité Selecto de Asuntos Exteriores. Cuenta con una distinguida carrera militar: ha servido en Irak y Afganistán. Es visto como una persona seria que alberga una abierta aversión por Johnson. No tiene experiencia en un puesto de alto nivel, lo que puede ser un riesgo dados los desafíos actuales. Muestra pocas posturas firmes en materia de política económica: es una incógnita. Es probable que adopte una postura de halcón con respecto a China y una línea dura con respecto a Rusia. No es muy conocido por el público en general, lo que podría suponer un riesgo electoral.

4. Penny Mordaunt

Es partidaria del Brexit, pero podría adoptar una línea conciliadora en asuntos de la UE. Económica y socialmente liberal, no es muy conocida por el público en general, posiblemente porque Johnson le ha negado un escenario. Es muy apreciada por el partido y por las bases, por lo que podría ser vista como una candidata de unidad para los votantes centristas.

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